25º bajo cero y poco para abrigarse

El corte de energía que se extendió por muchas horas en Bariloche y la mayor helada de la historia, superando a la del 30 de junio de 1963, afectó principalmente a los sectores con menos recursos, en los barrios donde tampoco existe gas por red.

Apenas se escondió el sol detrás de la imponente Cordillera de los Andes, Franz Villegas advirtió que se venía una madrugada muy dura. Con su esposa arroparon con todas las frazadas que pudieron a sus hijos Eliel, de un año, y Demián de 8. Todos se fueron a dormir vestidos. Quedaba poca leña y había que cuidarla para otro día. El servicio de electricidad había estado cortado durante gran parte del sábado y no podían conectar el caloventor.

La casilla de Franz está ubicada sobre una loma, en la calle Pasaje de los Vuriloches del barrio Nahuel Hue. Está construida de cantonera y protegida con nailon negro y chapas. Pero en la madrugada de ayer el frío se filtró por todas partes, le contó Franz a “Río Negro” ayer pasadas las 14.

La población de Bariloche y los turistas soportaron ayer 25,4 grados bajo cero. Ese registro histórico puso a prueba, sobre todo, a las familias que viven en los barrios pobres de la ciudad. Allí, donde no hay redes de gas natural y se debe recurrir a estufas a leña o caloventores eléctricos para contener las bajas temperaturas, en viviendas precarias o con poca hermeticidad.

Un poco de suerte

Noemí abrigó con varios enteritos de polar a su bebé Bastián. Estaba contenta porque pudo calentar su casa con un caloventor, porque el servicio de luz se había restablecido a la medianoche en la calle Dos Islas, del barrio Nahuel Hue.

La intensa helada congeló las canillas y la nieve que rodea su casa se transformó en un bloque de hielo. Contó que ayer todavía le quedaba gas en la garrafa y que prendía las hornallas de la cocina para tener un poco más de calor.

La ola polar también afectó a las familias de la zona oeste. Muchas familias viven en casas con calefacción central, que funciona con electricidad, pero desde el jueves o viernes están sin servicio. Decenas de árboles y de ramas se desplomaron sobre los tendidos eléctricos por el peso de la nieve.

Miles de familias están desde hace tres días sin luz y en algunos barrios hasta sin agua potable porque las bombas instaladas en el lago Nahuel Huapi están paralizadas por el corte del suministro eléctrico.

Es el caso de los vecinos del barrio Parque Arauco, ubicado a la altura del kilómetro 23 de la avenida Exequiel Bustillo, cerca del exclusivo Hotel Llao Llao.

“No tenemos luz desde el jueves y también nos quedamos sin agua”, contó Gustavo Dasso. Comentó que por fortuna tenía algo de leña para la chimenea de hogar para enfrentar la intensa ola polar. Su vivienda tiene calefacción central que quedó fuera de servicio por la falta de luz. “A partir del kilómetro 16 para el oeste es un desastre”, afirmó. De nada sirvieron los llamados a la CEB.

“Decidí ni salir de la casa. Tengo que hacer 200 metros hasta la avenida, pero hay mucha nieve y además hielo”, describió.

Samanta vive con su esposo y su bebé en el barrio Alto Campanario, a unos dos kilómetros de Gustavo. “Hace tres días que estamos sin luz y también estuvimos sin servicio de celular”, contó. “Tenemos un tanque de agua grande y todavía nos queda algo de agua”, explicó. Tiene miedo de que la luz no vuelva y las bombas de agua sigan paralizadas en el lecho del lago. “En mi casa hay casi setenta centímetros de nieve y no pasó la máquina”, indicó.

El dato

Datos

2.000
Usuarios seguían anoche sin electricidad, según informó la Cooperativa de Electricidad.

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