El gasto público social

Miguel A. Knecht*


Teniendo en cuenta lo expresado por algunos dirigentes políticos que vinculan los planes sociales con la magnitud del Gasto Público Social (GPS), y que de allí derivan su impacto en la economía nacional, se debe aclarar que el gasto social, según los datos aportados por Oficina Nacional de Presupuesto, constituye un indicador del nivel de desarrollo social y humano de un país. Fundamentalmente porque dentro de las partidas destinadas a financiarlo se incluyen los fondos dirigidos a los grupos sociales más vulnerables, ya que conforma la principal herramienta que dispone el sector público para redistribuir ingresos y combatir el hambre y la pobreza.

Pero no es solo ello, incluye el financiamiento de las políticas destinadas a sostener la seguridad social (contributiva y no contributiva), políticas de desarrollo humano (salud y educación), expansión de la infraestructura básica y al financiamiento de sectores claves para el desarrollo de la ciencia y técnica, universidades nacionales, etc.

Atribuir la totalidad del GPS o el 63 % del GPT a los planes, programas alimentarios y comedores, y el resto de los ítems que integran el rubro Promoción y Asistencia Social, resulta desacertado.

Para aportar mayor claridad, resulta importante el análisis de sus principales componentes, es útil utilizar la clasificación funcional del gasto, permitiendo desagregar el GPS áreas sectoriales (salud, educación, promoción y asistencia social, trabajo, seguridad social, agua potable y alcantarillado, vivienda y urbanismo).

El Gasto Público Total en el presupuesto del 2019 supone erogaciones por $ 4.171.312.000. 000 (19,9 % del PIB), y dentro del mismo el 63 % corresponde al GPS, por un total de $ 2.642.080. 000.000, que representa el 12,6 % del PIB.

Ahora bien, atribuir la totalidad del GPS o el 63 % del GPT a los planes, programas alimentarios y comedores, y el resto de los ítems que integran el rubro Promoción y Asistencia Social, resulta desacertado y hasta puede convertirse en un comentario malintencionado.

Ya que el gasto destinado a ese rubro representa el 1,6 % del Gasto Público Total ($ 66.342.000. 000).

El componente Trabajo solo alcanza un 0,26 % del Gasto Público Total, con $ 10.734.000.000, y se incluyen allí: los programas nacionales de Empleo y de Inserción Laboral, para los participantes del Seguro de Capacitación y Empleo, los programas de Trabajo Autogestionado, de Recuperación Productiva, de Apoyo a los Trabajadores de Talleres Protegidos de Producción, de Inserción Laboral para Trabajadores con Discapacidad y de Empleo Independiente, además de los programas de Mantenimiento del Empleo Privado en aquellas empresas o sectores en crisis, entre otros.

Si resulta significativo el rubro Seguridad Social (prestaciones contributivas y no contributivas), con financiamiento mixto, por cotizaciones de trabajadores y empleadores, y tributos con afectación específica, y suponen para el presupuesto 2019 $ 2.086.312.000.000, esto es el 50 % del GPT.

Se puede confirmar que la incidencia del gasto asistencial en el país es limitado y con escaso impacto en el equilibrio fiscal.

El principal componente es el pago de jubilaciones y pensiones por parte de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Muy por debajo, se ubican los programas de transferencias de ingresos (asignaciones familiares contributivas y no contributivas), que representan en la actualidad un 9 % y 6 % del GPS y GPT respectivamente.

*Docente, exconcejal del PJ


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