Miles de piqueteros pidieron justicia por el crimen de Cisneros

Miles de personas convocadas por organizaciones piqueteras reclamaron ayer el esclarecimiento y castigo de los responsables del crimen de Martín Cisneros, un dirigente asesinado la semana pasada en el barrio porteño de La Boca.

El acto -en el que estuvieron presentes representantes de diversos credos, partidos políticos, organizaciones de derechos humanos y familiares de víctimas del 'gatillo fácil'- logró reunir al movimiento piquetero cercano al Gobierno, al que pertenecía Cisneros, con las entidades más radicalizadas.

«Cisneros fue ejecutado por los violentos», señaló un comunicado leído en el encuentro por Luis D'Elía, líder de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV), quien fue partícipe la madrugada del sábado último de la ocupación de una comisaría cercana al lugar del asesinato para exigir la detención del eventual responsable.

Distintas organizaciones piqueteras, entre ellas el ala «dura» del movimiento de desocupados, y la CTA, confluyeron en la marcha. La manifestación colmó tres cuadras de la avenida Almirante Brown, en el barrio porteño de La Boca.

Sin incidentes y ante la ausencia de efectivos policiales en el lugar, los manifestantes iniciaron el

acto a las 15.30, con plegarias de religiosos de distintos credos, a cargo del representante de la mezquita Al Tahuid, Abdul Karim Paz, y el sacerdote Luis Farinello, entre otros.

Durante el acto, D'Elía y el presidente del FTV de Capital, Lito Morello, leyeron un comunicado firmado por todas las agrupaciones.

Al leer el documento desde el palco, D'Elía exigió saber «quién mandaba a Duarte (sospechoso del crimen) y quién lo protegía» y agregó que «no podía estar prófugo tres años sin complicidad política, policial y judicial».

En ese sentido, sostuvo que el responsable del crimen es «probablemente un instrumento despreciable de la vieja corporación política, que resiste el avance de los movimientos sociales y no encuentra otra forma de prevalecer».

«Le duele el apoyo de numerosas organizaciones populares al nuevo rumbo político instalado en el país a partir del 25 de mayo de 2003», manifestaron los dirigentes que firmaron el texto en alusión a lo que denominaron como 'vieja política'.

«Queremos desenmascarar a quienes urdieron este crimen político», expresaron, y exigieron el «juicio y castigo para los autores materiales e intelectuales» del asesinato de Cisneros, ocurrido el viernes pasado en el barrio porteño de La Boca.

En el acto, que finalizó con la participación de la cantante Teresa Parodi, también estuvo presente la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, encabezada por Hebe de Bonafini; integrantes de las Abuelas de Plaza de Mayo; la agrupación HIJOS; la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y la Mesa Nacional de la CTA.

 

El gobierno se defiende

Como intento de neutralización a las críticas por la carencia de un límite al accionar piquetero, el gobierno insistió en el mismo argumento al contragolpear a uno de los sectores más contestatario de las organizaciones sociales y a resaltar ciertas responsabilidades de la Justicia.

A la interna peronista, tras los ataques del piquetero oficialista Luis D'Elía, y a la oposición que apenas hace oir su tenue voz, tácitamente entró en debate la jueza que debería haber intervenido en el asesinato de Martín «Oso» Cisneros y en la toma de la comisaría 24 el sábado último. Ahora por eso hay una denuncia judicial por supuesta falta de acatamiento a sus órdenes: detener al homicida de Cisneros y también a D'Elía y sus compañeros que tomaron la seccional.

«Lo que es responsabilidad de la Justicia, debe asumirla la Justicia», disparó ayer el jefe de Gabinete Alberto Fernández.

Ayer había defendido a D'Elía, diciendo que el piquetero fue a tranquilizar a la gente en la comisaria 24. Ayer el gobierno tuvo, al menos, el alivio de que los duros que acompañaron a los blandos en la manifestación para reclamar justicia por el crimen de Cisneros lo hicieron pacíficamente desde Constitución hacia La Boca. D'Elía les endulzó los oídos a los funcionarios kirchneristas con la exaltación a la gestión del santacruceño amalgamado con las críticas a la «vieja política», en una tácita alusión al duhaldismo. (DyN y AFP)

  Nota asociada: Jueza ordenó desalojo y fue ignorada    

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