Santoral del 18 de abril 2025: por qué la Iglesia Católica celebra hoy a San Perfecto

Se lo recuerda por su valentía y su firme testimonio de la fe cristiana. Los detalles. 

San Perfecto fue un mártir cristiano del siglo III, venerado como santo en la Iglesia Católica. Se cree que vivió durante el reinado del emperador romano Marco Aurelio y que sufrió el martirio por su fe en Cristo.

Poco se sabe sobre la vida de San Perfecto, pero se le recuerda por su valentía y su firme testimonio de la fe cristiana durante un período de persecución contra los seguidores de Cristo. Se dice que fue arrestado y sometido a diversas formas de tortura por negarse a renunciar a su fe.

Finalmente, San Perfecto fue ejecutado por decapitación por orden de las autoridades romanas. Su valentía y su testimonio de fe hasta la muerte lo convirtieron en un símbolo de fortaleza y fidelidad cristiana. Su festividad se celebra el 18 de abril en el calendario litúrgico católico, recordando su vida y su martirio.

Oración a San Perfecto


Digno confesor y mártir San Perfecto,

nuestros tiempos son iguales a los tuyos:

la Verdadera Fe padece opresión en muchos

lugares del mundo, y bajo el clima de una

«convivencia pacífica y pluralista», muchos

cristianos callan para no perder el agrado de

los poderosos de la tierra, aun cuando saben

que Nuestro Señor fue claro en sentenciar que

cuantos se avergonzaren de Él en la tierra,

serán avergonzados en el Cielo. Te suplicamos

que intercedas por nosotros ante el Señor

para que nos conceda intrepidez para

proclamar la Fe Católica y condenar a los

sembradores de herejía, así ello nos signifique

la muerte terrena.

Atiende benigno los ruegos de la Cristiandad

que te venera, e infunde en los Sacerdotes y

Obispos que apacientan al Remanente el amor

a la Iglesia y el odio a la herejía. Fortalece a

nuestros hermanos que sufren bajo el yugo de

la media luna, y alcanza para cuantos están en

las tinieblas del islam la gracia de la conversión,

para que unos y otros, perseverando en la Fe,

merezcan con nosotros ver el día en que Nuestro

Señor Jesucristo vuelva glorioso como Rey de

Reyes y Señor de Señores.

Amén.