El cultivo forrajero hace la diferencia en Senillosa

La localidad se posiciona como uno de los principales polos con esta actividad de la provincia de Neuquén. La demanda se debe al pedido de productores ganaderos de chivitos y corderos del norte neuquino.

La localidad cuenta con 450 hectáreas dedicadas a la producción de alfalfa, el cultivo forrajero que tiene mayor presencia en la provincia. De forma casi silenciosa, desde hace varios años, Senillosa se fue posicionando junto a la zona de Añelo, como uno de los principales polos forrajeros de Neuquén.

Su evolución se puede explicar a partir de la demanda de productores ganaderos de chivitos y corderos, de la región norte de la provincia, y de los establecimientos de cría y recría de ganado bovino, de las zonas centro y sur.

En la localidad conviven pequeños productores, algunos de los cuales brindan servicios en otros establecimientos para la siembra, corte y enfardado de alfalfa. Raúl Sanchez se volcó a la producción hace pocos años, ya que su principal trayectoria empresaria está relacionada a prestar servicio de logística y transporte.

Raúl Sánchez, productor forrajero.


El inicio está en la pandemia, un momento de crisis, pero también de oportunidad para miles de empresarios y emprendedores. “Con la pandemia y la imposibilidad de trabajar, tuvimos que pensar alternativas para generar ingresos para solventar los sueldos de nuestros empleados. Como teníamos la tierra decidimos comenzar con la producción de alfalfa”, relató Raúl.

Con el aumento de la producción y su repartición entre 3 establecimientos, ubicados en Senillosa y Plottier, se hizo necesario sumar maquinaria. A través de un crédito del programa “Más Pymes, Más Futuro” que gestiona el gobierno de la provincia, Raúl pudo financiar parte de la compra del parque de maquinarias.

“Con el financiamiento adquirimos un nuevo equipo que consta de un tractor, de una segadora y una enfardadora que nos permiten tener una parte en la zona de Plottier y otra parte en Senillosa”, comentó Sánchez.


La inversión tuvo un impacto casi inmediato. “El proceso de cortado, hilerado, enfardado y acopio de los fardos se redujo en un 50 por ciento en cantidad de horas”, sostuvo Raúl. En la actualidad, desde el emprendimiento abastecen de fardos a productores del Alto Valle de Neuquén y Río Negro, y también a ganaderos de la zona cordillerana.

“En el desarrollo de esta nueva unidad de negocio, que es la alfalfa, el acompañamiento técnico y financiero del centro PyME-ADENEU fue clave, el acompañamiento es total y permanente”, destacó Sánchez.


La localidad cuenta con 450 hectáreas dedicadas a la producción de alfalfa, el cultivo forrajero que tiene mayor presencia en la provincia. De forma casi silenciosa, desde hace varios años, Senillosa se fue posicionando junto a la zona de Añelo, como uno de los principales polos forrajeros de Neuquén.

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