Ahora, Quiroga propone educar a los perros

El intendente quiere dejar de ser "el malo de la película" en relación con los canes. Además de recomendar el buen trato, prohibirá su uso con fines comerciales.

NEUQUEN (AN).- El intendente Horacio Quiroga quiere dejar de ser el malo de la película. Propone educar a los perros y cómo criarlos con buenas artes, sin stress ni malos tratos. En su nuevo rol ultra defensor de las mascotas, prohíbe también su utilización con fines comerciales en la calle.

La veda alcanza a los espectáculos circenses con animales y al uso de llamas o ponys que son el gancho de tomas fotográficas con chicos.

Las medidas serán bien recibidas por las organizaciones protectoras e incluso por la Defensoría del Pueblo, que hace rato reclaman acciones benignas y si bien las resueltas resultan un avance, no cubren todas sus expectativas. Es que la crítica principal que hacen al municipio es la práctica de eutanasia.

Más allá de todo, estas acciones son complementarias de la norma aprobada a fines del año pasado, que reglamenta los derechos y deberes de los propietarios de canes y felinos así como el trabajo de la perrera municipal. Incluye el uso obligatorio de chips electrónicos como DNI de los animalitos, algo que todavía no fue implementado a la espera de recursos económicos.

Autorizar el sacrificio de animales hizo merecedor este año, al intendente Quiroga, del «Oscar Can» que las sociedades protectoras de animales del país otorgan cada año a las autoridades reputadas como «exterminadoras de perros».

El jefe comunal se sacude la impronta pasando a desempeñar un rol ultra conservacionista vigilando los detalles del medio ambiente de crianza, comercialización y adiestramiento de canes e incluso de las guarderías que los cuidan amorosamente cuando sus dueños parten de vacaciones.

La iniciativa tapa un hueco legal puesto que en Neuquén no existe una norma específica que establezca las condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos dedicados a estas tareas «acorde al principio de respeto, sin perjuicio de las condiciones de seguridad y salud pública de los habitantes», dice el proyecto que parte esta semana al Concejo Deliberante.

En general los criaderos, locales de adiestramiento y las guarderías funcionan en casas o chacras de familia conducidas por personas que se iniciaron por afición y luego le vieron la vena comercial. La falta de regulación de la actividad ha producido distorsiones con respecto a la calidad de atención y a las dificultades de convivencia entre vecinos.

De ahora en más, deberán contar con licencia comercial quienes se vuelquen a la cría, reproducción, compra-venta, adiestramiento y guardería de canes. Llevarán un registro donde conste, como mínimo, la fecha de entrada y salida de animales, datos filiatorios y de identificación, documentos justificativos de su procedencia y certificado de salud expedido por un veterinario. Con su firma, el profesional pasará a ser responsable directo del estado higiénico-sanitario del establecimiento y el de los animales.

Las instalaciones deben ser ventiladas e iluminadas, contar con caniles y garantizar el buen estar y bienestar de los perrito, y estar diseñadas de modo que «en ningún momento» se puedan producir agresiones entre ellos.

Para evitar malos tratos y tensiones emocionales que se agudizan en los adiestramientos, Quiroga quiere garantizar idoneidad.


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