Los adoquines de la calle Mitre terminarán en plazas y el hospital

Hace casi tres años que la principal vía turística de Bariloche está en obra. Son siete cuadras que tendrán que ser intervenidas para cambiar el pórfido, que se está hundiendo, por hormigón.

Los miles de adoquines que la empresa contratista comenzó a retirar de la calle Mitre para reemplazarlos por hormigón serán acopiados por ahora en un predio municipal y su destino final estaría en los senderos de algunas plazas céntricas.

Otra posibilidad es entregar una parte al hospital Ramón Carrillo, que los pidió para remodelar la escalera de acceso sobre la calle Moreno, cuya cobertura de lajas presenta hoy un grave deterioro.

El Jefe de Gabinete municipal a cargo de Obras Públicas, Marcos Barberis, dijo que los adoquines que comenzaron a ser removidos esta semana en la primera cuadra de Mitre “son trasladados con un remito a la delegación El Cóndor”, donde quedan inventariados y bajo custodia. Aclaró que la documentación no los cuantifica uno por uno, sino “por metro cúbico”.

La superficie empedrada de la Mitre en los trabajos fallidos que ejecutó hace casi dos años la empresa Planobra SA comprende siete cuadras. En total, casi 5.000 metros cuadrados.

El contrato para la terminación de la obra está ahora a cargo de Insersan SA, que pretende entregar las tres primeras cuadras el 20 de diciembre.

Barberis dijo que el plan del municipio es establecer desde esa fecha un paréntesis durante la temporada alta de verano. En ese lapso no habrá nuevos cortes de tránsito en Mitre y la idea es concentrar los trabajos (al menos hasta febrero) en la reparación de veredas y el soterramiento del cableado.

Luego intervendrán las cuadras faltantes, para levantar el resto del empedrado. La nueva calle de rodamiento será de hormigón, de una altura de 15 centímetros, que en las ochavas y cruces tendrá un refuerzo de malla cima y se elevará a 18 centímetros.

“Habrá bolardos metálicos en las esquinas, las mitades de cuadra y las dársenas. La calle seguirá restringida para tránsito pesado, con un ancho máximo de 4,50 metros”, explicó Barberis.

Otra tarea incluida en el contrato es la colocación de bancos y cestos, mientras que los actuales maceteros serán retirados.

Según el jefe de Gabinete, no será necesario excavar ni romper más de lo que ya hizo la empresa anterior, “salvo a la altura de Mitre al 500, donde quedó obstruido el tubo para los cables”.

Señaló que en estos días trabajan con la empresa en el replanteo del cronograma a fin de no afectar a la actividad turística durante enero y febrero pero al mismo tiempo “evitarle penalidades”, porque el plazo contractual de entrega vence a los cinco meses.

Barberis dijo que el control de la obra está a cargo de un director y un sobrestante que responden al municipio, aunque están a sueldo de la Unidad Ejecutora Provincial (Upcefe). En estos días tienen previsto incorporar un tercer inspector para la parte eléctrica.

En relación a la utilidad que piensan dar a los adoquines, Barberis señaló que ya tienen autorización de la comisión de patrimonio histórico para usarlos en los senderos de las plazas posteriores del Centro Cívico. El mismo tratamiento podrían aplicar en otros espacios públicos.

Además, existe un pedido del director del hospital para emplear los cubos de pórfido en el revestimiento de la escalera principal de ese edificio.

Inversiones

Datos

60 millones
de pesos fue el presupuesto original de la obra concesionada a la fallida Planobra, en el 2015.
50 millones
de pesos es el contrato que firmó ahora la Unidad Ejecutora Provincial con Insersan.

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