Bush confió al ‘duro’ Colin Powell el manejo de la política exterior de EE.UU.
Es el primer afroamericano en llegar a este alto cargo.En su primera señal, se mostró en favor de sancionar a Irak.
Washington (EFE).- El presidente electo George Bush nombró ayer al general retirado Colin Powell como futuro secretario de Estado, en el primer nombramiento ministerial de la administración que se inaugurará el próximo 20 de enero.
“El general Powel ha servido a nuestra nación en las Fuerzas Armadas, es un héroe que ha respondido siempre al llamado de la patria y hoy responde otra vez”, dijo Bush.
“Trabajaremos con nuestros aliados en Europa”, dijo Bush en un bosquejo de su política exterior. “Trabajaremos con nuestros socios, amigos y vecinos en las Américas para la construcción de un área de comercio libre, democracia y paz”. “No hay mejor persona para ser la voz y el rostro de la paz y la libertad que promueve Estados Unidos que el general Powell”, agregó.
El presidente electo viajará hoy a Washington para iniciar los contactos directos en la capital, donde asumirá el gobierno como sucesor de Bill Clinton.
En una muestra de que su perfil es más duro que el d sus antecesores demócratas, Powell dijo ayer que trabajará con los aliados de EE.UU “para renovar el paquete de sanciones” contra Irak.
Powell dijo que Irak no ha cumplido con las disposiciones de la tregua de 1991 de declarar cualquier tipo de armamento de destrucción masiva en su posesión y sus programas de armas tecnológicas. “(Irak) no ha cumplido todavía con esos acuerdos y a mi juicio las sanciones deberían mantenerse en alguna medida hasta que cumplan”, dijo
Powell, de 63 años, quien trabajó con el ex presidente Republicano Ronald Reagan y George Bush padre, coordinó en 1990 y 1991 las acciones militares durante la guerra contra Irak.
En su breve discurso de aceptación, Powell dijo que “Estados Unidos defiende la libertad y la democracia desde una posición de poder, un poder que incluye nuestra economía, nuestras fuerzas armadas, la solidez de nuestros ideales”.
Bush anunció el nombramiento desde una escuela en Austin (Texas), acompañado por el vicepresidente electo, Dick Cheney, quien fue secretario de Defensa de Bush padre.
Powell, un republicano a quien hace años se mencionó como posible candidato presidencial será el primer negro al frente de la diplomacia estadounidense como sucesor de la primera mujer en ese cargo, Madeleine Albright.
La designación de Powell, al igual que la de los miembros de su gabinete, que Bush propondrá en los próximos días, debe ser confirmada por el Senado.
Se espera que la académica de Stanford Condoleezza Rice sea designada como asesora de seguridad nacional para Bush, que carece de una amplia experiencia en temas internacionales.
En Washington, Bush comenzará la difícil brega con un Congreso dividido, casi, en partes iguales entre demócratas y republicanos, y con el cual deberá negociar los enormes recortes de impuestos que propuso durante su campaña electoral.
La economía de Estados Unidos, que ha entrado en su décimo año de expansión sin pausas, ha aminorado su ritmo de crecimiento en los últimos cuatro meses. Bush dijo el viernes que ello hace aún más aconsejable la reducción de impuestos.
El “Eisenhower negro” que lució en el Golfo
La opción de nombrar a Colin Powell como nuevo secretario de Estado norteamericano tiene dos motivos: es una señal de que habrá una política exterior firme e intenta contrarrestar en los votantes la ansiedad suscitada por la falta de experiencia de Bush a la presidencia en asuntos externos.
Con una carrera militar brillante, en los círculos militares norteamericanos se lo conoce como el «Eisenhower negro».
El popular Powell, a quien muchos le ven un futuro en la Casa Blanca, será un rostro familiar para líderes extranjeros, mientras se ajustan a las nuevas autoridades de Washington .
Bush, con este nombramiento indica un retorno a la política exterior de su padre, que estaba basada en el “uso juicioso” de la fuerza militar para proteger los intereses vitales de Estados Unidos, en lugar de dispersarla para el mantenimiento de la paz en diversas situaciones de conflicto en el mundo.
Pero, al nombrar por primera vez a un afroamericano como secretario de Estado, Bush está también haciendo historia con un dejo de ironía hacia el Partido Republicano, cuyos votantes son mayoritariamente blancos.
Powell, de 63 años, hijo de inmigrantes jamaiquinos, nació en Harlem y creció en Bronx, Nueva York.
Fue un alumno destacado en la academia West Point e ingresó al Ejército como teniente de infantería. Realizó dos viajes de servicio a Vietnam en los ‘60. Fue herido y recibió la medalla Corazón Púrpura. En los ‘70, trabajó en Corea del Sur y Alemania.
En los años siguientes, ocupó distintos cargos en las administraciones de Jimmy Carter y Ronald Reagan. Powell jugó un papel clave en las cumbres entre EEUU y la URSS, que marcaron el segundo mandato de Reagan y supusieron el fin de la «guerra fría» entre las superpotencias.
George Bush padre lo promovió a general y lo designó jefe de su Estado Mayor, el cargo más alto para un uniformado en Estados Unidos.
Cuando Irak invadió Kuwait en 1990, Powell se manifestó inicialmente en contra de la operación de Guerra del Golfo, Tormenta del Desierto.
Pero, una vez que la campaña estuvo en movimiento, Powell se lució en el manejo del despliegue de tropas en el Golfo y en la liberación de Kuwait. Los breves partes de noticias sobre la guerra que difundía por televisión lo hicieron una celebridad nacional, que pronto se disputaron demócratas y republicanos. (DPA-EFE)
Espera que su pragmatismo le siga dando resultados
El presidente electo George W. Bush tratará de copiar en la Casa Blanca el modelo que lo caracterizó durante su gobernación en Texas: pragmatismo y delegación de tareas, pero su objetivo no será sencillo.
Durante la campaña electoral, Bush dijo que “soy una persona que confía en la gente. Doy autoridad a la gente, confío en la gente. Por otra parte, tomo las decisiones. No dudo, yo pienso, escucho y confío en mis instintos y confío en los consejos que recibo. Soy una persona accesible”.
Los colaboradores de Bush, tanto en Texas como en la campaña electoral, coincidieron en señalar que fue un gobernador que se concentra en las grandes cosas, ya que confía en que su equipo se ocupe de los detalles y ejecute las medidas.
Su equipo va a crecer ahora, pero en su círculo íntimo de consultas estuvieron Lawrence Lindsay, en economía; Condolezza Rice, en política exterior, y Stephen Goldsmith, en política doméstica. Pero no excluyó a una docena de asistentes más jóvenes.
Todos lo describen como un ejecutivo dedicado plenamente a trazar líneas políticas que brinda a su equipo normas claras, los acicatea para que se cumplan las metas y toma decisiones cuando los asesores están divididos.
Bush llega al poder tras una etapa muy difícil. El Senado está dividido exactamente por la mitad, 50-50, y los republicanos tienen una mayoría de 11 votos en la Cámara de Representantes. Su plataforma es ambiciosa de manera que tendrá que buscar avenencias o lograr lo posible. Pero Bush parece determinado a lograr lo más posible y dijo que tratará de reducir los enconos partidarios en Washington, establecer un diálogo entre demócratas y republicanos, encontrar puntos de coincidencia y tratar de evitar reclamar todo el crédito.
Ese fue el modelo de su gestión en Texas. Queda por ver si eso será posible luego de cinco semanas de disputas por las elecciones en la Florida.
Washington (EFE).- El presidente electo George Bush nombró ayer al general retirado Colin Powell como futuro secretario de Estado, en el primer nombramiento ministerial de la administración que se inaugurará el próximo 20 de enero.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios