CALF: Malas prácticas tarifarias

Enrique Omar Driussi, DNI 12.638.127
Neuquén

El concepto de tarifa sólo corresponde a la cuota que debe abonar un consumidor o usuario por utilizar un determinado servicio, por ejemplo, la tarifa de luz.

Soy uno de los miles de usuarios indignados por la decisión de la corporación política neuquina -tomada a espaldas de la gente-, por la cual la Cooperativa CALF puede incluir en la tarifa de luz conceptos adicionales -y ajenos-, como la deuda con CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.), el cobro del servicio de agua y el costo del traslado del Complejo Ambiental Neuquén.

Los cuestionamientos son lógicos, desde el punto de vista legal y técnico: ¿Por qué los contribuyentes cumplidores, que no adeudamos ningún pago en concepto de consumo de energía eléctrica a CALF, vamos a tener que hacernos cargo de una deuda con CAMMESA generada por la mala gestión administrativa de los políticos de turno?

¿Por qué CALF va a cobrar el servicio de agua, si el EPAS (Ente Provincial de Agua y Saneamiento) tiene una gerencia comercial que gestiona el cobro de su factura a través de distintas modalidades?

Por otra parte, el traslado del Complejo Ambiental Neuquén, debe ser un proyecto incluido en el Presupuesto Municipal y financiado con los mismos recursos utilizados para el resto de las inversiones públicas. Por lo tanto, no corresponde cobrar una “ecotasa” a los contribuyentes. Conceptualmente, la tasa es un tributo que debe pagar el consumidor que quiera hacer uso privado de un bien o servicio de dominio público. En este sentido, el municipio cobra regularmente el servicio de recolección y tratamiento de los residuos.

En lugar de aumentar la presión tributaria, el municipio de Neuquén podría desafectar recursos de su Fondo para Obras Productivas, o utilizar financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.

Toda esta maniobra de fácil cobrabilidad para la conveniencia de los gobiernos salientes y entrantes, se contrapone con la promesa electoral de que la factura de CALF iba a tener un costo menor para los contribuyentes.

Tanto el Municipio como CALF son los únicos responsables del contrato de concesión sobre el servicio eléctrico. Por lo tanto, sus deudas financieras podrían asumirlas con el Fondo Anticíclico Fiscal y las inversiones en acciones hidroeléctricas, respectivamente.


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