Estado narco
Manuel Pedro Narambuena
DNI 11.472.594
Neuquén
Con frecuencia escuchamos o leemos de la posibilidad del “Estado narco”, y en mérito a la verdad no lo asumimos como un grave problema su posible instalación en nuestro país. Creemos que en Argentina es marginal el tema el consumo de las drogas o estupefacientes, que seriamente no lo es. Cuando recorremos nuestra provincia, tomamos conocimiento del consumo de las mismas que trasvasa la posición económica, etaria, incluso en pequeñas poblaciones.
Intelectuales, personas dedicadas al tema, sospechan o directamente proclaman como sucedió en el gobierno de los K, de que la posibilidad de la lucha contra este flagelo resulta perdida y se impone la vieja idea de unirse a este nefasto “negocio”. Aducen que la legalización sería beneficiosa.
Quienes no nos resignamos a esta realidad, estimamos que deben existir formas para su combate y destrucción, o al menos para atenuarla, empezando con achicar la corrupción de fuerzas policiales, entidades gubernamentales en general, parte del Poder Judicial y otras, de lo que hay palpables ejemplos con algunos hechos que han sido sometidos a la justicia. No lo suficiente quizás, pero es algo como para sacar conclusiones.
Ahora bien, sabemos –desde el colegio- que el estado está compuesto de tres elementos: Territorio, población y poder, y uno subjetivo como la conformación de una Nación o un pueblo con una unidad para ello.
También sabemos que el poder esta compuesto de tres elementos (conocimiento, economía o recursos económicos y violencia).
Quienes se dedican al negocio de la droga cuentan con estos requisitos, ya que saben de la debilidad de las personas; mucho dinero para corromper y obligar. De última, falta de pruritos para ejercer la violencia concreta y letal. O sea solo le falta tener un territorio determinado y permanente y una población que no pueda eludir sus mandatos. De lograr ello, los dueños o administradores de esta actividad ilegal se convertirán en las autoridades supremas y única de ese nuevo orden, que suplantarían al Estado argentino tal como lo conocemos y regirían pautas de convivencia distintas ajenas a la ética, moral, de respeto etc.
Por eso resulta preocupante que algún integrante del gobierno vigente, hable de la destrucción o anulación del Estado en mérito a una idea exacerbada del libre mercado (es un mercado la droga en definitiva, ilegal y letal pero puede calificarse como tal). La opción -querida o no- por estos, sería de un “Estado narco” que convertiría a su población en meros zombis, en todos los sentidos.
Por eso es importante a mi juicio que nosotros, individual y como partidos políticos, advirtamos de la situación posible, y destacar al consumidor de esas sustancias que esta -aún inconscientemente- contribuyendo a llegar a esa terrible realidad en el futuro, donde no se respetarían sus derechos e irónicamente ni a ser un mero consumidor de este veneno.
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