Chavela Vargas: música mexicana pierde identidad

La cantante, que comenzó su carrera en 1960 y se abrió paso en el mundo de los temas tradicionales y el mariachi, dijo que se ha perdido el lenguaje y la identidad que hacía preciosa a la música mexicana.

Ahora las canciones le parecen «el gigante dormido’’, aseguró en una rueda de prensa en el patio de su casa en Tepoztlán a unos 40 minutos al sur de la capital mexicana.

«Fuera de Juan Gabriel no veo otra salida, no hay música, no hay nada, nada que aprender’’, dijo desde su silla de ruedas que más bien hacía las veces de trono de una reina que en lugar de corona llevaba al cuello un ya habitual pañuelo de tonos rojos.

A sus 91 años habla de la muerte con una tranquilidad pasmosa y la satisfacción de haber hecho lo que le daba la gana y como le daba la gana.

«Yo me siento muy bien, como cohete nuevo, como ‘El caballo blanco’’’, expresó. «La muerte no está fea, es falta de conocimiento. Te espanta lo que no conoces’’.

Vargas, quien nació en Costa Rica pero se mudó a México en su adolescencia, presentará el sábado su libro «Las verdades de Chavela’’ en el marco de la Feria del Libro del Zócalo en el corazón de la capital, y también ofrecerá un recital en el Teatro de la Ciudad junto a la argentina La Negra Chagra.

Para la ocasión promete varias sorpresas.

La cantante ha recibido honores como la Gran Cruz de Isabel La Católica, una de las distinciones más importantes que concede el gobierno español a personalidades extranjeras, y en el 2007 la Academia Latina de la Grabación la reconoció con el premio a la Excelencia Musical.