Guañacos se conecta al gas y deja atrás el invierno con leña
El acceso al gas natural marca un antes y un después para la localidad. Mejora la salud, reduce los costos y abre las puertas a nuevos emprendimientos.
Hasta hace apenas unos días, las noches de invierno en Guañacos se enfrentaban con braseros improvisados, estufas a leña y era incesante el trabajo de cortar y cargar leña para poder cocinar o calentar una habitación. Familias enteras dependían de este sistema rústico, muchas veces inseguro y contaminante, que además exigía tiempo, esfuerzo físico y exponía a riesgos de intoxicación por monóxido de carbono.
Hoy, ese paisaje cambió. Guañacos dio el salto al siglo XXI con la llegada del gas natural, un recurso vital que redefine la vida cotidiana de sus habitantes. La red de 27 kilómetros, construida por la empresa provincial neuquina HIDENESA, conecta desde Andacollo hasta cada hogar del pueblo. No solo garantiza un servicio esencial, sino que libera a la comunidad de prácticas antiguas, marca un hito en la equidad territorial y abre nuevas puertas al desarrollo.

“En los primeros años que llegué a Guañacos llenábamos tarros con brasas para calentar la casa. Muchos cargaban leña en burros. Hoy eso queda atrás”, dijo emocionada Alejandra Vázquez, presidenta de la Comisión de Fomento local.
¿Qué cambia con el gas natural?
Cocinar ya no implica recolectar leña o cargar garrafas pesadas. Las familias pueden usar hornos y cocinas modernas, seguras y limpias, sin depender del clima ni de proveedores externos.
La calefacción será constante y eficiente, algo crucial en una región donde los inviernos son duros y prolongados. Ya no habrá que limitar el uso de estufas por miedo a quedarse sin leña o gas envasado.
Los comercios locales y pequeños emprendimientos —como panaderías, restaurantes o alojamientos turísticos— podrán funcionar de manera más competitiva, sin los altos costos del gas en garrafa o la leña.

El sistema de salud podrá ofrecer mejores condiciones térmicas, tanto en postas sanitarias como en hogares, beneficiando especialmente a adultos mayores y niños.
Las escuelas locales ya no sufrirán cortes ni suspensiones de clases por falta de calefacción, lo que impactará directamente en la continuidad educativa.
Para la comunidad, esto representa autonomía energética, ahorro económico y un cambio de paradigma. El gobernador Rolando Figueroa, al inaugurar la obra en coincidencia con el 70° aniversario de la provincialización de Neuquén, la definió como “un acto justo de reparación histórica”.

“Queremos que nuestros jóvenes puedan soñar y volar alto, y para eso hay que brindarles herramientas concretas”, remarcó el mandatario.
Es algo fundamental. Pero además del gas llega la fibra óptica, que será clave para estudiar, trabajar y conectarse al mundo».
Rolando Figueroa. Gobernador de Neuquén.
El gobernador también anunció que el gas natural llegará a otras localidades del norte neuquino como Tierras Blancas, Los Miches, Cayanta, Bella Vista, Las Ovejas y Los Carrizos, en una política que prioriza que “el gas sea primero para los neuquinos”. En paralelo, continúan los trabajos en Añelo, Rincón de los Sauces y Centenario.
Una localidad que renace
Guañacos, con raíces que se remontan a antes de 1955, fue durante mucho tiempo un pueblo olvidado en el mapa. Hoy, gracias a esta obra, sus habitantes pueden imaginar un futuro más justo. “Tener gas natural es más que una mejora técnica, es dignidad, es salud, es esperanza”, expresó Vázquez.
La llegada del gas significa que una familia podrá calefaccionar su hogar sin exponerse a incendios o intoxicaciones, que una madre podrá cocinar sin temer por la falta de combustible, y que un emprendedor podrá abrir un pequeño taller o comercio sin pensar en los altos costos energéticos.
En definitiva, Guañacos dejó atrás las brasas y la leña, y abrazó el siglo XXI con una obra que transforma su presente y proyecta un futuro más próspero.
