¡Sayônara 2025! Kazuaki cierra el año en Teneas con un espectáculo de música y teatro
El original proyecto de música city pop japonés de Nahuel Domínguez se presenta este sábado a la noche. En un diálogo con Diario RÍO NEGRO, el artista neuquino habla del espectáculo, que no solo será musical, sino que incluirá una pieza teatral.
Este sábado, Kazuaki despide el año con una fiesta en Teneas que también será la despedida de su segundo y hasta ahora último disco, Víctor ¡Mi corazón en movimiento! Pero, tratándose de Kazuaki, nunca es solo un espectáculo de música.
De por sí cada presentación de este original proyecto de city pop japonés creado por el artista neuquino Nahuel Domínguez es toda una puesta en escena basada en la música, esta vez redobla una apuesta que ya tiene un antecedente.
Porque lo que sucederá este viernes, a las 23, en Teneas (ver abajo) es un correlato de lo que sucedió allí mismo en agosto pasado: a la música, Kazuaki le agrego una dramatización basada en “Cuando el amor se va”, canción incluida en el último disco.
Aquella vez, se trató de una pieza breve del género japonés obra del género jidaigeki: cinco actores contando una historia a katanazo limpio entre batallas de iaidō. Esta vez, la dramatización samurái incluye más actores, más minutos y más música.
!Sayonara 2025!
“Es un cierre de año”, dice Nahuel Domínguez sobre lo que sucederá en la noche de este sábado en la sala de Teneas. “Cuando empecé lo de Kazuaki, lo pensé con la idea de hacer lo que a mí me gusta y lo que tengo ganas de hacer, pero compartirlo con las personas que les gusta, me acompañan, que me quieren, que cumplen su función dentro del proyecto y que están también dando mucho. Y como suelen hacer las escuelas, las academias, los trabajos que cierran el año con un evento o espectáculo me pareció interesante siempre hacer un cierre de año. Y lo empecé a hacer desde que empecé el proyecto de Kazaki. Esta sería la tercera vez que lo hago. Así que básicamente es cerrar el año”.
Para Nahuel, el 2025 fue un año muy difícil para todo el mundo, un año muy complicado nivel mundial también, porque “no es que solo paso acá. Es como bastante trabajo en todos lados. Pero también pasaron cosas muy copadas, entonces me parecía lindo poder compartirlo con mi gente”.

La idea de este show es también (comenzar a ) despedir Víctor ¡Mi Corazón en Movimiento!, un álbum que tiene la particularidad de contar con un gran trabajo de orquestación y de curedas.
Grabado durante la última semana de agosto de 2024 en La Chacra, en Plottier, y masterizado en octubre de aquel año por Estudio Budó, de Santiago de Chile, Víctor ¡Mi corazón en movimiento! es un disco onda Barry White, dice Nahuel.
“Tenía esa particularidad”, destaca. “Entonces, el show de presentación se hizo con la orquesta en vivo, con la Big Band de diecinueve músicos. Y como ya lo había hecho y estuvo rebueno, sumó un montón de puntos, dije ‘bueno, lo repito para fin de año’. Es un montón de trabajo, sí, es un montón de coordinación con un montón de gente, pero está buenísimo”.
Teatro jidaigeki antes de la música
Mientras grababa el disco, Nahuel pensó en una de las canciones que le gustaba y que contaba una historia muy particular y se le ocurrió que sería una buena idea teatralizarla. Esa canción es “Cuando el amor se va”.
Nahuel escribió un texto inspirado en su propia canción que cuenta la historia de un samurái que está medio retirado de la vida, de esa vida, y que de repente tiene algo así como un delirio místico. Se da cuenta con esa revelación que tiene que el lugar donde estaba había un hecho que realmente no estaba bueno y lo intenta cambiar con su forma, con su mecanismo, su método, pero se da cuenta también que el sistema ya está corrompido y no lo podrá cambiar . “El final es trágico e inevitable”, anticipa.

Para la puesta en escena, Nahuel pensó en una obra de combate samurái basada en el teatro jidaigeki, que es un género específico japonés relacionado con la temática samurái. “Vos ves una serie como Shogun, la serie que ahora está en Netflix, bueno, eso entra como una temática jidaigeki, un género muy específico japonés. Es como que las obras gauchescas. Por ejemplo, Martín Fierro, Don Segundo Sombra, Santos Vega, como algo folclórico, gauchesco, que en Japón se le llama jidaigeki. Todo lo que tiene que ver con samuráis es eso. Ahí entran películas El Último Samurái, entra Kurosawa, entran todas esas. No las de combate tipo karate, í las que tienen como sables, las que tienen samurái, que además de tener armas y tener una forma específica de representación, tiene combate con espadas”.
Cuando se lo propuso a su coreógrafa, esta le dijo ok, pero vamos a tener que meternos en lo que es un arte marcial, porque a esto más o menos lo tenemos que entender. “Entonces, me metí a hacer un arte marcial que se llama kendo, se llama iaido, que es como para aprender a usar la espada, desenvainar, usar los katanas, más o menos entender como la cosmovisión, la marcialidad y la parte artística. En base a eso empecé a crear las coreografías de combate para la obra en sí. La primera vez que lo hicimos fue el 16 de agosto pasado, que fue como una pequeña obra, como el soundtrack de la canción, tocada por los músicos en vivo, lógicamente, porque ya estaban ahí, y con los actores haciendo la representación”.

Pero fueron solamente cinco minutos, esta vez serán ,más escenas, más actores , más vestuario, más coreografías de combate y más música, explicando algunas otras cosas que no habían hecho en aquel momento. “La expandimos a casi veinte minutos con mucho más soundtrack ahora, como música más escénica. Lo cual tuve que hacer ensayos con los músicos, todo una cuestión, algo que yo nunca había hecho en mi vida tampoco”.
Esta versión ampliada incluye un fragmento de “Take It Back, Max, canción que abre el diso, tiene un pequeño fragmento que es una parte de acción y después le siguen otras partes como versiones de la canción “Cuando el amor se va”. Una versión de piano, una versión de guitarra y una versión solamente de golpes. “Tiene cositas que son como un soundtrack”, resume Nahuel.
La idea original era hacerlo con bailarines. El problema fue que los bailarines “por lo general son pocos y hay mucha demanda. Entonces, casi siempre están metidos en muchísimas cosas. La solución la encontré s actores de improvisación, de intro teatral, que han podido resolver mucho más rápido”.
Víctor es un alter ego. Las cosas que escribe Nahuel de cierta forma las representa Víctor”.
“El género western se alinea mucho con el género samurai porque son enfrentamientos súbitos, es un tiro y murió, ya está, no hay mucho para hablar”, grafica Nahuel. “Los enfrentamientos samurai, a no ser en un combate donde hay miles de hombres peleando, son enfrentamientos súbitos porque el arte marcial que usamos nosotros, que aprendemos, que es el iaido, en realidad es un arte marcial que te enseña a desenvainar, a cortar y a envainar de nuevo. Es un solo movimiento en el que vos quizás sos más rápido que el otro, y si sos más rápido ganaste. Entonces lo que intentamos hacer justamente con esta obra es que no sea una obra tipo hollywoodense, sino lo más súbito posible, lo más realista posible y manteniendo esa estética del movimiento, de la pausa, de la mirada, que tiene mucho que ver también con la neocultura pop, con la visión oriental de la fantasía, de la ciencia ficción”.
City pop patagónico
El city pop japonés existe en la Patagonia desde el momento en que existe Kazuaki. “A mí me pasó algo re loco con este proyecto”, confiesa Nahuel. “Y es que ya desde el primer momento que me largué a tocar en vivo tuve una aceptación, pero también tuve que crear un público desde cero, porque la realidad es que el nicho en el que yo estoy haciendo no existe, hay gente en México, otra en Perú, pero en el mundo, es como que no hay mucho de esto por fuera de Japón. El género city pop es un género más de nicho. No hay mucha información pero sin embargo hay mucha gente que lo escucha”.
Cuando Nahuel comenzó con Kazuaki se tuvo que meter en ciertos lugares para encontrar gente. “Fue un poco difícil porque era como bueno, romperme la cabeza donde puedo ir a tocar. Sabía que uno de mis aliados iban a ser para mí iban a ser los lugares de las convenciones de manga, de anime, de lugares otaku. Entonces lógicamente que cuando empecé traté de encarnar por ese lado pero también sabía que ese lugar no es donde iba también tener el grueso de la gente. Desde el momento que empecé con Kazuaki siempre tuve una pequeña excepción en la que la gente que lo escuchaba le gustaba, ya tenía un feedback, ya me compraba algo de merch, ya funcionaba. Porque siempre la propuesta estuvo bastante clara”.
«Yo siempre supe muy bien qué es lo que quería entregar o dar en el show», enfatiza Nahuel. «Entonces, haber hecho el primer disco a mí me dio tener una cierta aceptación de la gente que había ido a los shows, de la gente que ya estaba cantando las canciones, que ya estaba yendo a los conciertos. Y eso me ayudó un poco a hacer algo que ahora tengo ganas y no estar tan pendiente de qué fórmula tengo que seguir para repetir o para redoblar lo que estaba haciendo anteriormente en el disco anterior».
P: ¿Y musicalmente cómo lo definirías a este último disco?
R: Yo creo que es como del principio del city pop, como una aglomeración de la música occidental del soul, de los inicios del funk de la música disco más tranquila, romántica de esa época, principios del 70 más o menos, muy de Michael Jackson muy de Barry White.
P: ¿Por qué decidiste este segundo disco, que luce como una continuidad continuidad temática porque sigue estando Víctor allí y por qué decidiste que la música del segundo disco fuera así respecto del primero?
R: Creo que sentí mucha libertad, o sea me sentí como la misma libertad que siento hoy cuando digo ‘bueno, voy a meter una obra antes del show y a quien no le guste lo siento’. A mí me interesa crear una comunidad con lo que yo hago, una comunidad donde haya gente que se identifique con lo que yo hago que le llegue lo que yo hago porque quizás lo que siento para mí es tan genuino que siento que también puede llegar a identificar a otra persona que puede estar pasando por lo mismo que yo en otro lugar del mundo. Al sentir eso y crear una comunidad yo quiero que sea diverso, no quiero que sea una cuestión estática y que solamente se quede en una cosa. Víctor es un alter ego que uso, las cosas que escribe Nahuel de cierta forma las representa Víctor en el conjunto, en su banda, en su arte y que Víctor es el medio, es quien dirige eso y el motor es Nahuel.

Kazuaki orquesta despide el año presentando nuevamente la obra del género jidaigeki ”Cuando el amor se va”.
Este sábado, a las 23, en Teneas (Leguizamón 1701, Neuquén).
Entradas: por sistema a trevés de masentrada.com.
Teatro jidaeigeki
Elenco: Antu Muñoz Pérez, Eduardo Brida, Simón Sarachu Velázquez, Juan Manuel Cervin,
Maite Salazar, Martin Gabriel García, Fernando Mazzoni y Nahuel Domínguez.
Idea y coreografía combate: Nahuel Dominguez
Producción y asistencia coreográfica: Paula Medori
Iluminación: Manke Páez
Maquillaje: Maximiliano Eymann
Este sábado, Kazuaki despide el año con una fiesta en Teneas que también será la despedida de su segundo y hasta ahora último disco, Víctor ¡Mi corazón en movimiento! Pero, tratándose de Kazuaki, nunca es solo un espectáculo de música.
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