“Del chocolate al éxtasis”
El trágico episodio de la fiesta tecno en Costa Salguero ha generado múltiples discusiones. Quisiera aportar una mirada bioquímica sobre el tema, que pueda ayudar a entender los nuevos paradigmas que aparecen en el mundo, frente al problema del consumo de drogas. En general la opinión pública no sabe que existen sutiles diferencias entre neurotransmisores que están normalmente en nuestro cerebro, sustancias que consumimos en alimentos, fármacos aceptados y las famosas drogas de diseño.
La feniletilamina es una sustancia que actúa en nuestro cerebro y está relacionada con ciertas sensaciones que se producen durante la etapa de enamoramiento, y por eso se la llamó la droga natural del amor. El organismo la produce a partir de aminoácidos que constituyen las proteínas y que consumimos normalmente con los alimentos. Este mismo compuesto está en el chocolate.
La efedrina y la pseudoefedrina, que por su efecto broncodilatador se usan para combatir los resfríos; las anfetaminas de efecto anorexígeno, el metilfenidato (Ritalina) recetado para el presunto trastorno de déficit atencional en niños y la fluoxetina (más conocido como Prozac), antidepresivo ampliamente consumido; son fármacos comercializados legalmente, que presentan algunos cambios químicos respecto de esa primitiva molécula de feniletilamina.
Las famosas drogas de diseño de la familia de las metanfetaminas reciben diferentes nombres aunque sean la misma sustancia (éxtasis, MDMA, Cristal) o tengan pequeñas variaciones (superman, playboy). Son muy parecidas a la efedrina, que a su vez se parece a la feniletilamina. Existen sustancias de origen vegetal emparentadas con estas sustancias que se encuentran en el azafrán, la nuez moscada y otros productos alimenticios.
Las modificaciones en la estructura química cambian los efectos que producen en el cerebro, se genera más empatía con las personas del entorno y se logran estados alterados de conciencia, potenciando las percepciones de las luces y los sonidos ya de por sí intensas de las fiestas tecno.
Si entendemos esta continuidad entre lo fisiológico, lo natural, lo farmacológico y las drogas de diseño, podremos comprender por qué el nuevo paradigma está orientado a tratar el consumo de drogas priorizando el enfoque en la salud pública, en lugar de sostener una “guerra” contra las drogas que pone el énfasis en el delito.
Lamentablemente nuestro gobierno actual, a contramano de la historia y en esto alejándose del resto del mundo, pretende reforzar las conductas prohibicionistas y punitivistas.
El trágico episodio de la fiesta tecno en Costa Salguero ha generado múltiples discusiones. Quisiera aportar una mirada bioquímica sobre el tema, que pueda ayudar a entender los nuevos paradigmas que aparecen en el mundo, frente al problema del consumo de drogas. En general la opinión pública no sabe que existen sutiles diferencias entre neurotransmisores que están normalmente en nuestro cerebro, sustancias que consumimos en alimentos, fármacos aceptados y las famosas drogas de diseño.
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