La carrera por etapas más grande de América se está disputando en Bariloche

La carrera por etapas más grande de América desembarcó en Bariloche después de tres exitosas ediciones en el sur de Neuquén.

Este año, el Cerro Catedral fue el punto de partida para la edición 21° de El Cruce Saucony, que cuenta con la participación de más de 4.500 corredores con representación de 49 países y divididos en cuatro grupos.

El Cruce nació en el 2002 con el objetivo de unir la Argentina con Chile cruzando la cordillera de los Andes durante 3 días. Fue la primera competencia de aventura que reunió a más de 300 participantes, atravesando montañas y compartiendo campamentos multitudinarios. Una aventura cargada de experiencia y competencia, donde se midió el trabajo en equipo de dos aventureros.

Inmediatamente este desafío se convirtió en la mayor competencia del año. “Es la carrera que todo corredor de aventura sueña con enfrentar”, asegura Oscar Aliaga, experto de DIGO. 

La competencia no dura sólo unas horas, como la mayoría, sino que transcurre a los largo de 3 días e implica correr casi 100 km de montaña, atravesar terrenos de lo más variados, cruzar diversos paisajes como bosques, volcanes, arroyos y lagos, enfrentar climas adversos y ascender y descender por pendientes pronunciadas.

Las montañas con nieve garantizan una experiencia única y un desafío para los corredores que ya están recorriendo senderos que llegan a los 2.000 metros sobre el nivel del mar.

Con la idea de cruzar corriendo la cordillera y unir Argentina con Chile, nació esta carrera de aventura dividida en tres etapas. Su primera edición fue en Los Penitentes en Mendoza, cruzando por el paso Cristo Redentor y llegando a Portillo en Chile, con 124 participantes.

A los largo de estos años tuvo muchos destinos de partida, en su mayoría locaciones de la Patagonia y desde la edición 2019, la carrera se hace íntegramente en este país. Tal es la convocatoria, que los corredores se dividen en grupos y, a medida que van completando las etapas, llegan hasta los campamentos donde pasan el día, se alimentan, descansan, pernoctan en carpas y se preparan para iniciar bien temprano otro día de carrera.

“La excelente logística de la travesía permite montar campamentos inmersos en la naturaleza de la montaña. El trabajo de trabajadores y voluntarios se une para brindar asistencia a los corredores”, destacó Oscar Aliaga en DIGO.

Carpas gigantes de comedor, hidratación y cuatro comidas al día, un menú que incluye carnes, pastas, ensaladas y guisos, opción para veganos , vegetarianos y celiacos, sanitarios que se destacan por la limpieza y un clima de cordialidad, son los componentes de este evento de renombre internacional.

Hay dos campamentos en el recorrido con más de 600 carpas cada una que esperan para alojar a los corredores, hay una carpa-guardia permanente de enfermería, puestos para recargar celulares, relojes con GPS y ejercicios de estiramiento grupal. “Una empresa ofrece de forma gratuita sus productos para aliviar la tensión muscular con presoterapia, hay opción de masajes con un costo adicional, venta de bebidas y más servicios que se conjugan para hacer mas cómoda la estadía”, agregó.

Organizada por el Club de Corredores y la empresa deportiva Saucony, cuenta con el apoyo indispensable de la Administración de Parques Nacionales, del Parque Nacional Nahuel Huapí.

El Cruce 2023 se enmarca dentro de «Project Peak», un proyecto global de trail running de Saucony compuesto por 6 carreras de aventura alrededor del mundo que culmina en la precordillera argentina.

Oscar Aliaga es integrante de la comunidad DIGO. A través de su ciclo “Modo Runner” nos compartirá el día a día de esta competencia deportiva.

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