La dura confesión de Juan Martín Del Potro: «era el 3 del mundo hasta que me rompí las rodillas»
El tandilense habló sobre su presente luego de haberse retirado del tenis profesional. Además, comentó sobre el estado de su rodilla derecha, en la que sufrió una serie de lesiones que lo alejaron del deporte.
Delpo confesó lo difícil que le resulta asumir el día a día luego de su retiro.
«No puedo aceptar psicológicamente una vida sin el tenis», fue una parte de la dura confesión de Juan Martín del Potro al hablar sobre el sufrimiento que le genera no poder jugar de manera profesional tras su retiro.
El ganador del US Open 2009 agregó: «Hoy solo puedo caminar, no corro ni en la cinta y soy incapaz de subir las escaleras sin dolor. Ni siquiera puedo conducir mucho tiempo sin tener que detenerme a estirar las piernas por el dolor».
En declaraciones para el diario La Nación, el ex tenista se sinceró y habló sobre su presente alejado de las canchas. “Esta es mi realidad. Es muy dura, muy triste, pero sigo buscando la manera de mejorar. Mi nuevo desafío es cómo tratar de procesar todo y asimilar lo que me toca», agregó.
Delpo sufrió la primera fractura en la rótula de su rodilla derecha a fines de 2018, cuando ocupaba la tercera ubicación del ránking de la ATP y se ubicaba como uno de los favoritos para pelear por el primer puesto. La lesión llegó en un partido de octavos de final del Masters 1.000 de Shangai, ante el croata Borna Coric.
Un año después, luego de una intervención quirúrgica, volvió al circuito pero la misma lesión regresó en un duelo ante el canadiense Denis Shapovalov y lo alejó de las canchas hasta 2022, cuando decidió retirarse en el ATP de Buenos Aires. En el medio, se sometió a tres operaciones en la rodilla derecha.
Al confesar que no podía aceptar una vida sin el tenis, la Torre de Tandil detalló: “Cuando hablo con otro deportistas que ya no están activos me dicen: ‘Bueno, me tomé los últimos dos años de mi carrera, el último año, me preparé de esta manera o de otra’. Pero yo lo estoy haciendo ahora, era el número 3 del mundo hasta que de repente me rompí las rodillas y acá estoy, sin nada”.
“Hace poco fui a Suiza a ver a otro médico y empecé un nuevo tratamiento que me recomendaron varios tenistas profesionales, pero hasta ahora no he tenido ni un solo resultado positivo”, agregó.
Por último, se lamentó porque “es muy dura esa sensación después de cada intento, ya sea un tratamiento o una cirugía. La frustración que puedo sentir cuando las cosas no funcionan es difícil de explicar. Me engaño a mí mismo, tengo fe en cada nuevo tratamiento que pruebo, pero cada vez que este falla supone un golpe muy duro”.
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