“¿Discriminación en la interna para comisionado en San Javier?”

La “descarnada” interna política permite decir y hacer lo que sea para llegar a la meta. Tal es el caso de un señor de la localidad de San Javier que se proclama comisionado compitiendo en la interna de la UCR. Quiero dejar expresa mi “versión” a este señor y a todos sobre mi “discapacidad”. Es verdad que tuve un ACV que me dejó inhabilidad motora del lado derecho del cuerpo hace ya más de diez años, pero ello no me impide hacer actividades como cualquier persona que utilice sus miembros de acuerdo con los parámetros de “normalidad”, pues con mayor o menor dificultad he adquirido destrezas y descubierto capacidades para salvar los obstáculos que se me presentan. Doy fe de que puedo manejar, escribir, firmar, pensar, reflexionar, construir y más. Sería muy intolerante que este ciudadano se tomara de este motivo para vencerme en una interna partidaria (comentarios vertidos ante testigos), pues no sólo habla de clara “discriminación” sino también de la no apertura a la aceptación de la diversidad. Le recuerdo a este señor que “no todos servimos para todo pero todos servimos para algo”. Mi meta no es sólo colaborar con el engrandecimiento del lugar donde resido sino también acompañar y ser parte de una comunidad que presenta diferencias claras: ideológicas, culturales, religiosas, sociales y de salud, entre otras, las que enriquecerán la función de un comisionado y su accionar pues todos serán portadores de sus propias experiencias y modos de vida y aportarán testimoniando los intereses que tiendan al bien común por medio de debates, de participación, de colaboración, de críticas y de elogios (todo se vuelve necesario), para una buena convivencia. Extraña que un “correligionario” no comparta nuevos modos de producción política y de acceso a las nuevas formas de trabajo ni las relaciones interpersonales no discriminatorias y que no acepte la heterogeneidad, tal como con tanto respeto lo hacen los demás partidos que están en la misma compulsa electoral. Los sujetos tenemos nuestros propios relatos de formas de vida y pensamiento, por lo tanto es bueno recordarle al señor que el protagonismo no lo da el aplastamiento irracional de la integridad física ni moral de una persona sino la calidad de ser humano motivado por alternativas y estrategias posibles de cumplir en la acción más que en la reacción. Las expectativas de este hombre con capacidades diferentes al que usted minimiza por su condición física son suficientemente sólidas como para enfrentar desafíos que atienden a la construcción de una ideología comunitaria, aceptando desacuerdos, contrastes e incompatibilidades y no a la desintegración, pues es la única manera de fortalecer mi propio ser y a una población pequeña que quiere emerger y construir su propia identidad. Sé que la pobreza de criterios la definen estados de desposesión material y cultural que no necesariamente atacan procesos de filiación y horizontes o imaginarios futuros sino que afectan la confianza en que es posible alcanzar posiciones sociales y ante esto quiero declararme, aun en mi condición, como un “incluido” y no “expulsado y excluido” de una carrera en la que estoy convencido de que con compromiso, responsabilidad y acción honesta puedo realizar. No se trata de omnipotencia, se trata de saber hasta dónde somos capaces de actuar y hasta dónde podemos reconocer los límites. Por lo tanto, siempre con mi “ir de frente” dejo claro que seguiré con lo que me he propuesto pues la meta en mi vida no es “declinar” ni “victimizarme”; muy por el contrario: es no desfallecer ni debilitarme sino fortalecerme de las críticas con fundamento, cosa que espero con claridad de los opositores. Enrique Osvaldo Balogh, DNI 10.994.820 Balneario Massini N. de la R.: este diario se reserva el nombre de la persona aludida en la carta, el que está a disposición de los organismos pertinentes que lo soliciten.

Enrique Osvaldo Balogh, DNI 10.994.820 Balneario Massini