Dos dudas: una cadenita y la cicatriz

CIPOLLETTI (AC).- Dos dudas quedaron flotando en la audiencia de ayer. ¿Tenía cicatriz el sujeto que salió del laboratorio? y ¿de quién es una cadenita que está secuestrada en la causa?

Durante la jornada declararon las bioquímicas dueñas del laboratorio de la masacre. Liliana Allende y Elida Gisbert coincidieron en afirmar que Betina Bilbao, la hija de la sobreviviente, les dijo cuando estaban en el hospital el día del crimen que el autor tenía una marca particular: «una cicatriz». Sin embargo Bilbao no recordó haberlo expresado ni tampoco esta característica del individuo. «No recuerdo haber dicho que tenía una cicatriz», aseguró ayer.

La otra incógnita fue una cadenita que le exhibieron a los maridos de las tres víctimas: Ricardo Cejas (Carmen Marcovecchio), Carlos Leiva (Mónica García) y Juan Widmer (Alejandra Carbajales).

Widmer no estaba citado pero aprovechando que se hallaba en la sala le pidieron que se acercara y observara esta cadena que tiene una piedrita de color azul. «Alejandra tenía una parecida pero era más redondita y más blanca. No es ésa», dijo Widmer.

Esta cadena fue aportada por una persona a la causa. Querían saber si pertenecía a alguna de las tres víctimas, pero nadie la reconoció.

Sí hubo algunos datos que quedaron en claro ayer. Si bien la puerta del laboratorio se cerraba con llave cuando empezaba a oscurecer, la bioquímica Mónica García, que era la que estaba por la tarde, le abría a cualquiera, incluso a desconocidos.

Además, se confirmó que no hubo amenazas previas a ninguna de las personas del laboratorio, que no faltó nada de allí (excepto la botella con ácido acético) y que no fue importante el estudio que hicieron las bioquímicas tiempo antes en Añelo, por un caso de presunta contaminación de agua. Esta situación la había planteado la defensa en su momento como posible móvil de la masacre. «El resultado (del informe) dio negativo», aseguró una de las dueñas. Incluso recordó que una mujer les comentó que a la bioquímica Ana Zerdán la habían asesinado por haber realizado estudios similares al que hicieron en Añelo, pero ellas no le dieron importancia.

Nadie, ni las bioquímicas ni los familiares sospechan por qué pudo ocurrir el triple homicidio.

Nota asociada: MASACRE DEL LABORATORIO : 'Siente culpa por estar viva, está enferma y privada de su libertad'  

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