El FMI avaló el rumbo de Javier Milei, antes de aprobar la revisión: destacó la baja de la inflación y el crecmiento del PBI

Días antes de una discusión crucial en su directorio sobre la revisión de metas del programa argentino, el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su actualización de perspectivas económicas globales, manteniendo su proyección de crecimiento económico para Argentina en un 5,5% del PBI para este año, un dato clave para el gobierno de Javier Milei. El economista en jefe del organismo, Pierre-Olivier Gourinchas, justificó esta perspectiva, proyectando una inflación «de 18% a 23%» para finales de 2025 en el país. «La economía argentina está experimentando una fuerte recuperación. Este es ciertamente un desarrollo muy bienvenido», afirmó Gourinchas durante la conferencia de prensa de presentación del World Economic Outlook (WEO).

Según difundió en el medio Infobae, Gourinchas explicó que esta recuperación se ve «apuntalada por mejoras en la confianza, en el crédito, los salarios reales y todo eso como resultado de un proceso de desinflación muy fuerte, muy exitoso hasta ahora». El economista destacó que este «contexto muy sólido» llega «después de un año 2024 muy desafiante», lo que marca una diferencia significativa con el resto de la región.

En el plano global, el FMI proyectó un crecimiento del 3% para 2025 y 3,1% para 2026, cifras que representan una revisión al alza respecto de sus proyecciones de abril. Esta mejora se atribuye, entre otros factores, a un adelantamiento de operaciones comerciales por temor a nuevos aranceles, tarifas efectivas promedio más bajas en Estados Unidos, un debilitamiento del dólar y mejores condiciones financieras globales.

El respaldo del FMI al plan económico argentino: los puntos destacados

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El directorio del FMI sesionará esta semana y, de aprobar la revisión de metas de reservas y de superávit, lo que es descontado en el Gobierno, enviaría USD 2.000 millones al Banco Central. El organismo multilateral ha elogiado la marcha del programa económico de la gestión de Milei, destacando que el reajuste del esquema cambiario hacia un dólar flotante se hizo sin mayores inconvenientes y que la moneda estadounidense se mantuvo en el centro de la banda.

Fuentes cercanas al staff técnico del FMI señalaron que la cuestión de las reservas fue un punto de fricción en las negociaciones entre los funcionarios argentinos y el organismo. No obstante, en un comunicado emitido el jueves por la noche, el staff del FMI reconoció los avances del plan económico en esta primera etapa.

«El programa ha tenido un inicio sólido a pesar de un contexto externo más complejo: la desinflación y el crecimiento han continuado, la pobreza ha seguido reduciéndose y Argentina se ha reincorporado a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto», afirmó el organismo, resaltando los logros de la gestión económica.

Desaceleración, riesgos y recomendaciones del FMI al Gobierno de Javier Milei

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Más allá de la situación argentina, el FMI advirtió que «se espera que el crecimiento global se desacelere» en los próximos años, ubicándose por debajo del 3,3% de 2024 y del promedio histórico prepandemia del 3,7%. En cuanto a los precios, el Fondo proyectó que la inflación global bajará a 4,2% en 2025 y 3,6% en 2026, aunque con «diferencias importantes entre países».

El balance de riesgos globales continúa sesgado a la baja, con el FMI señalando que «un repunte en las tarifas (aranceles) efectivas podría conducir a un crecimiento más débil». Otros factores de preocupación incluyen la persistencia de una elevada incertidumbre, tensiones geopolíticas que podrían interrumpir las cadenas de suministro y aumentar los precios de las materias primas, y el riesgo de que déficits fiscales más amplios o un aumento en la aversión al riesgo eleven las tasas de interés de largo plazo, reactivando la volatilidad en los mercados financieros.

Ante este escenario, el organismo multilateral enfatizó la necesidad de que las políticas globales «generen confianza, previsibilidad y sostenibilidad». Esto implica reducir tensiones comerciales, preservar la estabilidad de precios y financiera, recomponer márgenes fiscales y avanzar en reformas estructurales pendientes.