“El empate técnico no existe y se acentúa la polarización”
Celia Kleiman, una de las encuestadoras que más cerca estuvo en los resultados, sostiene que la elección está planteada simbólicamente como un plebiscito de la gestión Macri y que cambios de estrategias como el de Weretilneck tienen “impacto relativo”.
Hablar de “empate técnico” en las recientes PASO en Buenos Aires es una excusa para no arriesgar resultados y resulta inexcusable en un escrutinio “donde se gana por un voto”, asegura la socióloga y directora de CK Consultores/Polldata Celia Kleiman, ubicada entre las que estuvieron cerca de los resultados reales. Arriesga que en las elecciones de octubre se polarizará aún más entre el kirchnerismo y Cambiemos. Además, considera que en elecciones con gran diferencia, como Río Negro, la posibilidad de revertir resultados en dos meses “es casi nula”.
P- Ud. ha criticado la utilización del término “empate técnico” tanto en el pronóstico que hicieron las encuestadoras como en declaraciones de funcionarios durante el escrutinio. ¿Por qué?
R- Ya es incorrecto hablar de empate técnico en una encuesta, porque uno trabaja con un margen de error, y lo que puede decir es que está demasiado parejo para determinar ganador (“too close to call”, dicen los americanos) pero el término empate técnico es una entelequia que se acuñó en los últimos tiempos y al final no quiere decir nada en concreto. Es un recurso para no arriesgarse a decir quién gana. Por otro lado, en una elección, a lo sumo puede haber empate, es muy difícil pero puede darse. Pero no técnico: es empate o un ganador. Cien mil un voto contra cien mil dos, hay ganador. Se gana o pierde por un voto. Es una manera de zafar, pero es incorrecto.
P- ¿Fue una elección difícil de medir la de Buenos Aires? ¿Eso explica los gruesos errores de encuestadoras?
R- Nosotros siempre tuvimos a Cristina Fernández, por la fuerza que fuera, adelante. Lo que pasa es que cuando se introduce Florencio Randazzo en la carrera, se reduce la diferencia entre ella y el oficialismo. Pero de alguna manera los encuestadores serios estuvimos dentro de lo que se llama margen de error. La última medición que hicimos 20 días antes daba menos del 4% de diferencia con Bullrich con un 3,7% de margen de error. Aunque siempre mantuvimos que la tendencia era favorable a Cristina Kirchner. Sí hubo otros colegas (o políticos detrás de los colegas) que usan las encuestas para operar. La verdad es que ensombrece la profesión. Muchos no respetan los mínimos códigos de ética que nos regulan. Por ejemplo, revelar la metodología técnica empleada. Los periodistas también aportan a la confusión a veces…
P- ¿Cómo?
R- Muchos no tienen formación en estadística, no es lo mismo comparar sólo el conurbano con toda la provincia, porque la composición social no es la misma. La dinámica es distinta. A veces se comparan peras con manzanas. Se produce un combo de colegas novatos que poco conocen de la técnica y medios que favorecen estas publicaciones, por pícaros o desconocimiento de cómo es la “cocina” de una encuesta, en el buen sentido.
P-¿Cómo se ve el panorama en esta segunda vuelta? ¿Se mantiene la polarización?
R- Se va a agudizar. La elección está planteada simbólicamente como un plebiscito sobre la gestión del gobierno de Cambiemos y las fuerzas que lograron menor porcentaje de votos van a perder caudal en favor del voto estratégico, el voto útil.
P-Ahora, la reformulación de estrategias ¿puede cambiar la tendencia?. Le consulto, por ejemplo con la decisión del gobernador Weretilneck de dar marcha atrás en la instalación de la planta nuclear, que asegura le restó votos en las PASO…
R- No conozco a fondo el mapa político rionegrino, nuestro foco es Buenos Aires, pero si la diferencia es mucha, 20 puntos por ejemplo, es muy difícil de remontar en muy poco tiempo, son apenas dos meses de campaña. Por otro lado estos cambios de estrategias tienen efecto relativo. La gente tenía bastante decidido su voto, según la evaluación que hizo del gobierno. Distinto es lo que sucede en Buenos Aires, donde la diferencia es de 20.000 votos en un universo de millones.
P-¿Qué definiría el resultado?
R- A dónde va el flujo de votos de Randazzo y Massa. Una cantidad de estos electores se va a mantener con sus candidatos hasta el final, pero una buena porción va a repensar el voto.Es un escenario muy interesante, se verá a quien favorezco o perjudico con mi voto. Es una elección sobrevalorada, porque es legislativa, pero a priori va a primar el voto estratégico y habrá perdidas para Massa y Randazzo. Es un final abierto. En 2015 la mayor parte de los votos de Massa fue a Cambiemos, podría repetirse un 65% a 35% a favor del gobierno. En el caso de Randazzo, es más abierto
“Muchos no respetan los mínimos códigos de ética que nos regulan. Por ejemplo: revelar la metodología técnica empleada”.
Celia Kleiman
Remontar una diferencia de 20 puntos es una tarea muy difícil en un universo de votantes que es más bien reducido.
Datos
- “Muchos no respetan los mínimos códigos de ética que nos regulan. Por ejemplo: revelar la metodología técnica empleada”.
- Remontar una diferencia de 20 puntos es una tarea muy difícil en un universo de votantes que es más bien reducido.
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