El empresario Lay apunta a los vinos

El ejecutivo asegura que uno de los grandes negocios en la Argentina es el inmobiliario, ligado a la producción.

Detalles más, detalles menos, decir Lay es decir «negocio». Su padre es un magnate de las papas fritas. Él prefiere dedicarse al negocio de los vinos y de la carne, pero en la Argentina. Se llama Warden Lay Jr, y es el hijo del inventor de las famosas papas fritas. Además, fue presidente de PepsiCo y tiene una estancia en la Patagonia de 80.000 ha que le compró a Benetton. Sin mencionar la bodega en Mendoza junto a la familia Reina Rutini. En una entrevista publicada por el periódico porteño «Infobae», Lay no tiene inconvenientes en afirmar que gana «u$s 1 millón al año con la Argentina» y que tiene la capacidad de ubicar los vinos argentinos en el difícil mercado estadounidense.

H. Ward Lay Jr. nació en Atlanta en 1945. Es el único hijo varón de Herman Lay, fundador de Fritto Lay. Preside Lay Capital Group (LCG), con base en Dallas, que administra inversiones inmobiliarias, petróleo, agricultura, alimentos, hotelería, aviación, y hasta bancos.

Buscando territorio virgen que ofrezca posibilidades a la caza y a la pesca, llegó a la Patagonia y quedó literalmente «encantado». «Se presentó la posibilidad de comprar un campo en la Patagonia y no lo dudé. Hace siete años nos quedamos con mi hijo con la estancia Alicura, en el Neuquén, de 80.000 hectáreas rodeada de lagos y ríos. Era de la familia Benetton y actualmente la explotamos turísticamente».

En Mendoza conoció a la familia Reina Rutini y con ella, el negocio del vino. Hizo un joint venture con Ricardo Reina Rutini y sus hijos y con ellos puso en marcha una bodega. Hablar de la bodega mendocina genera un visible entusiasmo en su persona.

Entre otras cosas, el empresario comentó los orígenes de lo que ahora se convirtió en su gran negocio: «Una noche estábamos en Buenos Aires cenando con unos amigos, y uno de ellos nos dijo: ¿A ustedes les gusta el cabernet sauvignon que están tomando? ¿Y el chardonnay? ¿Pueden diferenciarlo de un vino australiano o de uno francés? Contestamos que no. Continuó: ¿Saben cuál es el mejor negocio inmobiliario del mundo? No, respondimos. El nos dijo: ése, y señaló la botella. No entendíamos cómo unía vino con negocio inmobi

liario.¿Saben cuánto vale la tierra donde se hace ese vino? Diez o quince veces menos que Nappa Valley, California.

El negocio es comprar esas tierras, hacer estos vinos ricos, venderlos por el mundo. En diez años, esas tierras costarán la mitad de lo que cuestan en Nappa Valley».


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