«El fin de la reforma no debe ser sólo económico»

Ayer se realizó en la Ciudad de las Artes de Roca una nueva reunión para debatir las reformas que están proyectadas en las cartas orgánicas de los municipios de Río Negro. Antonio Hernández señaló que las modificaciones tienen que ser consensuadas entre el pueblo y la dirigencia local. En relación a la implementación de los concejos municipales, el experto señaló que esta forma de gobierno no atentaría contra la división de poderes.

ROCA (AR).- «La reforma política no sólo tiene que tener una visión economicista o de caja. Por el contrario, tiene que ser el pueblo y la dirigencia local los que debatan para encontrar el consenso y así llevar adelante los cambios necesarios en el régimen municipal».

Esta fue una de las expresiones destacadas de la disertación del constitucionalista Antonio Hernández ante los intendentes y concejales de distintas localidades de Río Negro. El tema sobresaliente del encuentro desarrollado en el salón de conferencias de la Ciudad de las Artes de Roca fue la reforma de las cartas orgánicas en el marco del proceso de modernización de los estados municipales que se inició en Argentina.

De esta manera, las distintas comunas rionegrinas avanzan en la aplicación de este proceso, que incluye también la implementación de los presupuestos por programas, reforma del estatuto del empleado municipal, capacitación de los recursos humanos y cambios en el Código Tributario de las comunas.

«El valor que hay que preservar esencialmente es el de la autonomía municipal porque esto tiene rango constitucional a la luz de la reforma de 1994. Por ello, la primera técnica a tener en cuenta en la reforma de las cartas orgánicas es la adecuación a la realidad institucional ya que sería un error hacer una carta tipo para todos los municipios», explicó Hernández.

Los concejos municipales

El abogado también se refirió a la posibilidad de conformar un concejo municipal presidido por el intendente de cada localidad en lugar del Concejo Deliberante, lo que se sumaría al hecho de que los ediles puedan cumplir funciones ejecutivas.

En este sentido, Hernández opinó que esta situación no atentaría contra la división de poderes porque el pueblo podría controlar primero, a través del Tribunal de Cuentas, pero además con el ejercicio de la revocatoria popular, mediante la cual puede terminar con el mandato de intendentes y concejales antes de que venzan.

«Posiblemente, este sea uno de los debates más grandes que se dé en las distintas ciudades porque implica establecer qué forma de gobierno se va a mantener. En el sistema tradicional están más diferenciadas las funciones en cambio en el otro hay una reunión de las tareas ejecutivas y legislativas en un solo cuerpo: el concejo. Cada localidad es la que debe resolver esta situación de acuerdo a su realidad», agregó.

La modernización

En el encuentro también estuvieron presentes el subsecretario de Interior de la provincia, Juan Molina, y el asesor Enrique Schvindt, quienes realizaron un análisis de los pasos dados hasta el momento en el proceso de modernización de los municipios.

«Las distintas cartas orgánicas de la provincia tienen en promedio unos 15 años, en los cuales se produjeron muchos cambios. Por ello, se hace necesario debatir muchos temas, como la reforma de los códigos tributarios que tiene que hacer hincapié en los ciudadanos que tengan media o alta capacidad contributiva», señaló Schvindt.

Buscar la eficiencia

Por su parte, Molina destacó la búsqueda de eficiencia por parte de los estados municipales, para lo cual es importante la reforma institucional en distintos aspectos como el tema fiscal, la implementación de una nueva estructura presupuestaria y la reforma de las cartas orgánicas.

El rol municipal en el siglo XXI

El rol de los municipios en el siglo XXI fue otro de los temas analizados por el cordobés Antonio Hernández, quien compartió con Horacio Massaccesi la fórmula presidencial del radicalismo en 1995.

En este sentido, enumeró tres órdenes de razones por las cuales los municipios van adquirir cada día más importancia: el proceso de integración, el de descentralización y la necesidad de que sean socios de los gobiernos provincial y nacional en el desarrollo económico, social y humano.

«Es aquí cuando se comienza a afianzar la palabra local porque hay que enfrentar los desafíos de la globalización con dos instrumentos. Uno es la integración, donde es necesario avanzar en el camino de la regionalización. También es importante la descentralización como técnica de la vida social y espacio para la participación ciudadana y la formación de una auténtica dirigencia democrática», indicó Hernández.

Además, consideró que una estructura municipal autónoma y participativa debe ser la base del federalismo argentino ya que es el ámbito en el que «se puede controlar mejor al futuro dirigente político, además de ver con mayor claridad la rendición de las cuentas pertinentes». (AR)


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