El Iadep en la ruta del vino

Jorge Gadano jagadano@yahoo.com.ar

Durante los dos últimos mandatos de Jorge Sobisch, del 10 de diciembre de 1999 a igual fecha del 2007, los ingresos del Instituto Autárquico de Desarrollo Productivo, el Iadep, del 3 por ciento de las regalías de petróleo y gas previstos en la ley 2247 que lo creó llegaron a 243.959.138,13 millones de pesos. La suma impresiona, pero fue superada en 100 millones por aportes especiales del Poder Ejecutivo. En el período considerado esos aportes ascendieron a 344.372.804 pesos, de los cuales 146.542 .804 fueron otorgados en los años 2006 y 2007, cuando el superior inmediato del Iadep fue el entonces secretario general de la Gobernación, Rodrigo Salvadó, sobrino del gobernador Sobisch. En enero de 2007 quien era presidente del Iadep, Rodolfo Kaiser, solicitó “un aporte adicional a los ingresos que por ley le corresponden” al organismo promotor del desarrollo para atender desembolso de ese mes. La nota dirigida a Salvadó explicó que tanto esos fondos como los provenientes de regalías “se aplicarán a dar asistencia financiera a los proyectos enmarcados en las líneas de crédito vigentes, aprobadas por el directorio”. Kaiser dio lo que llamó un “detalle” de las aplicaciones, entre los que figuró el “fortalecimiento del sector salud”. Este sector no fue incluido entre los determinados en el mismo año de sanción de la ley, que fueron fruticultura, horticultura, ganadería, forestación, turismo, minería e industria. Según versiones de varias fuentes, que quizás –y contra su predilección por el silencio- el Instituto quiera confirmar o desmentir, una empresa del sector salud “fortalecida” por un préstamo en aquel año estaba ligada al gobierno por vínculos consanguíneos. Entre los sectores productivos elegidos el que debía llevarse el mayor porcentaje de las asistencias, un 35 por ciento, era la industria. La fruticultura recibiría un 15 por ciento. Pero como la producción de vinos, una agroindustria, junta entre viñedos y bodegas a ambos sectores, la que hoy se llama la ruta del vino, entre El Chañar y Añelo, se llevó la parte del león. Como se recordará –nos encargamos de recordarlo de vez en cuando- Sobisch contestó a cuestionamientos relativos a esos créditos diciendo que los daba él, y que “si son para los amigos, mejor”. Como su nombre lo indica el Iadep es autárquico y los créditos los da el directorio, pero como dijo el filósofo catalán Jaime Balmes, “la única verdad es la realidad” (Perón lo copió). Los aportes del tesoro provincial fueron solicitados una vez por el gerente general, otras por el presidente del directorio o por el mismo directorio. No obstante la desprolijidad, el Ejecutivo siempre los acordó. Los primeros correspondieron a los primeros años, 2001 y 2002, sumaron 15.525.000 millones y fueron “no reintegrables”. Los demás, por casi 329 millones, fueron “reintegrables”, pero hasta donde se puede saber no se reintegraron nunca. Es que cada uno de esos decretos decía que “el aporte será reintegrado por el Iadep a la provincia cuando ésta lo considere conveniente y en la medida de las disponibilidades de fondos de la citada institución”.


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