El juicio por el femicidio de Cristina Ancatén será en marzo de 2022

Un jurado popular deberá determinar si el responsable fue su expareja, Damián Retamal. Está previsto que declaren 39 testigos, entre ellos dos de los tres hijos que tenían en común.

El juicio por el femicidio de Cristina Ancatén, ocurrido el 1 de mayo pasado en Centenario, se realizará del 7 al 14 de marzo de 2022 y será bajo la modalidad de jurado popular. El único imputado es su expareja, Damián Retamal, que se encuentra con prisión preventiva. La acusación sostiene que él ejerció permanentemente violencia de género, aun cuando ya se habían separado.

El sorteo de los jurados y del juez o jueza que dirigirá el debate oral se hará el 18 de febrero. La audiencia de selección, en la que se definen quienes integrarán el tribunal popular, fue agendada para los días 2 y 3 de marzo.

Cristina y Retamal se encontraron ese sábado, que era feriado, en un cumpleaños de 15. Habían sido pareja durante 20 años y estaban separados hacía cinco meses. La funcionaria de la fiscalía, Lucrecia Sola, aseguró durante el control de la acusación que «la relación se vio atravesada por constantes agresiones, maltratos, de parte de Retamal» tanto «físicos, como verbal y psicológico» y que él continuaba amenazándola y agrediéndola pese a estar distanciados.

Quienes estuvieron en la fiesta declararon que esa noche lo vieron a él hostigándola: la intentó besar a la fuerza, la empujó contra un parlante, le exigía que se vayan juntos y la «zamarreó» ante su rechazo.

Alrededor de las 4 de la mañana fue cuando él, según la acusación, la golpeó dentro del baño de la vivienda, provocándole un traumatismo cranoencefálico grave. La autopsia determinó que tenía otras heridas: en los brazos, antebrazos y en todo el rostro (pómulos, labios).

Retamal la cargó en sus hombros y se la llevó a su casa. Les dijo a todas las personas que se había desmayado y no quería que llamaran a una ambulancia.

Está previsto que declaren, en principio, 39 testigos, entre ellos dos de los tres hijos que tenía en común la pareja, y que la vieron esa noche. Afirmaron que su padre la había violentado cuando todavía estaban juntos y también los había maltratado a ellos.

Durante la investigación la policía analizó el teléfono celular de Retamal, allí encontraron que él la llamaba insistentemente, y que muchos de los mensajes eran para insultarla. «Decía que María Cristina le había sido infiel y esto lo tenía muy enojado, y que había sido infiel estando incluso ellos separados», señaló Sola.

Dentro de las convenciones probatorias, esto significa la evidencia que las partes acordaron no cuestionar, figura la pericia en la que se reveló que la víctima había consumido alcohol, y la que indicó que el imputado tenía rastros de marihuana y cocaína en su orina. Además del hallazgo de perfil genético del acusado en las uñas de ambas manos de la mujer.

Interviene como abogado querellante Marcelo Hertzriken Velasco. El defensor oficial Mauricio Macagno asiste a Retamal y no ofreció prueba. Solo se opuso a la incorporación de la entrevista psicológica que se le realizó al imputado, sin embargo la jueza Carina Álvarez no hizo lugar a la petición.


Escuchá la columna sobre el tema en RN RADIO de Laura Loncopan Berti:


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