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El padre de los bulevares de la gran avenida de Neuquén
Francisco Benedetti fue intendente de la capital desde 1936 hasta 1939. Le dio vida a una arteria polvorienta, que se convirtió luego, en uno de los emblemas urbanísticos del centro neuquino.
"Por esa avenida cuando era de tierra íbamos la noche, mis sueños y yo..." (Marcelo Berbel) (FOTOS: Gentileza Museo Paraje Confluencia)
Sin lugar a dudas uno de los símbolos de la identidad del centro neuquino es su gran avenida que cruza la ciudad de norte a sur. El toque distintivo lo dan sus antiguas arboledas y sus anchas veredas que hoy están siendo reformuladas por las modernidad.
Esos tradicionales bulevares congregan desde todas las épocas, marchas, protestas, actos oficiales, paseos familiares y fiestas artesanales. Tan importantes son que cuando apenas estaban delineados por algún que otro árbol flaco y huellas de vehículos, fueron testigos de la colocación de la piedra fundamental que dio vida a la nueva capital del entonces Territorio del Neuquén.
Y tienen un dueño, o mejor dicho un padre. Alguien decidió dejarles su impronta y se llamaba Francisco Benedetti.
Nacido en Buenos en 1897, a los 33 años cruzó el río Neuquén y llegó a la ciudad de Neuquén. Seis años después de estar radicado en estas tierras, se convirtió en intendente, cargo que desempeñó hasta 1939, durante períodos consecutivos.
En los archivos históricos del museo Paraje Confluencia, consta que además “fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical neuquina, partido que presidió durante 12 años.
Durante su gestión en el gobierno de la ciudad, tal vez nunca imaginó que uno de sus proyectos perduraría durante casi cien años. Un día se le ocurrió que esa ancha avenida merecía algo más y dispuso la construcción de las veredas, la colocación de farolas de iluminación y el embellecimiento de sus jardines. Una simple obra que fue transformando a esa arteria en una imagen típica de la capital.
Benedetti también colocó la fuente andaluza recubierta de mayólicas, que fue hasta su demolición, un icono del centro neuquino. Esta construcción se encontraba en el bulevar frente a la Catedral, donde actualmente funciona la feria de artesanos.
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