“El peronismo deberá decidir si asume las reformas que solicitará el FMI”

La onda expansiva del acuerdo alcanzado con los acreedores privados, no solo es económica, también es política. Gabriel Ziblat es politólogo, editor de política en Diario Perfil. En diálogo con PULSO, el especialista abordó el escenario que se abre en Argentina, y las perspectivas de cara a la pos pandemia.

PREGUNTA: ¿Cómo analiza el momento que atraviesa el país?
RESPUESTA: Estamos inmersos en un contexto político de diferencias internas. Las dos coaliciones en las que se divide la Argentina hoy, tienen grietas hacia adentro. Tanto en el oficialismo como en el principal espacio opositor, las posiciones se dividen entre extremos y moderados. En el oficialismo el sector que representa el Presidente Alberto Fernandez y el peronismo tradicional, son más proclives a la moderación, mientras que desde el kirchnerismo se promueven medidas más duras. De la misma forma en Juntos por el Cambio, Horacio Rodriguez Larreta y los gobernadores radicales son más adeptos a los acuerdos y la moderación, mientras que del otro lado actores como Patricia Bullrich, Lilita Carrió o Mario Negri, son más combativos. Pero a la vez estamos atravesados por la pandemia. La cuarentena fue en un principio un elemento que al principio puso a todos en la misma sintonía, pero que tras cinco meses genera una ruptura entre dos sectores políticos de amplias diferencias.

P: Lo que describe es muy similar al “teorema de Baglini”: mientras más cerca del poder, más moderado se vuelve el funcionario…
R: Es posible, aunque con algunos matices. Dentro de la oposición, aun los sectores más radicalizados reconocen que ya no son el mismo tipo de oposición que eran antes de 2015, porque ahora ya fueron gobierno. Es decir, ya convivieron con las dificultades propias que representa la gestión. Por el otro lado, también están los extremos dentro del oficialismo, que aún siendo gobierno, no dejan de movilizar medidas extremas como la intervención de Vicentín o la reforma judicial.

P: ¿Qué sensación deja el acuerdo con los acreedores externos?
R: El acuerdo es una noticia que evita que se profundice la grieta a la que refería. Todos los sectores acuerdan en que esto era algo necesario. El escenario opuesto, si no existía acuerdo, hubiese sido un golpe muy fuerte y hubiese extremado las posiciones, tanto en el oficialismo como en la oposición. La oposición mas dura hubiese encontrado la justificación en el default para extremar las posturas, y en el oficialismo se hubiese extremado el discurso cargando las responsabilidades por la deuda. Dicho esto, se abre ahora sí un interrogante en relación a las diferencias respecto a qué hacer una vez alcanzado el acuerdo. En lo inmediato viene una negociación con el FMI. Pero habrá que acordar que camino tomar para que dentro de cinco años cuando lleguen nuevamente vencimientos más pesados, las reformas ya se hayan concretado, y se pueda pagar.

P: ¿Cómo imagina el debate acerca de las reformas?
R: Creo que sin duda los sectores liberales van a ser los más duros en cuanto a los aspectos de las reformas necesarias. Y desde Juntos por el Cambio, se encontrarán con una verdadera disyuntiva, por un lado necesitarán ser coherentes con los planteos de reforma que impulsaron cuando eran gobierno, y por el otro al ser oposición necesiten tal vez congraciarse con cierta parte del electorado. Por ejemplo si el oficialismo inicia el proceso de una reforma previsional con la premisa de base de reducir la incidencia fiscal, eso desde el vamos implica tocar el bolsillo de la gente. En ese caso Juntos por el Cambio deberá decidir si acompaña porque cree que es lo que corresponde, o prefiere tomar la decisión electoralista de oponerse.

P: Se habla de un gran frente liberal en el que podrían convivir Espert, Gómez Centurión y López Murphi ¿Lo ve posible?
R: Primero que nada habría que ver como salvan sus propias diferencias estos actores antes de sentarse a la misma mesa. El aborto por ejemplo es un tema muy sensible. Gómez Centurión hizo una bandera de la lucha en contra de la despenalización, mientras que Espert se manifestó abiertamente a favor. Otro interrogante es si López Murphi se siente más cerca de este tipo de posiciones, o de sus antiguos socios en el PRO y en la UCR. En tercer lugar, quedó demostrado en las elecciones del año pasado que no se trata de sectores que tengan el peso específico necesario para cambiar el mapa electoral.

P: ¿Hay margen social para avanzar en reformas como la previsional o la laboral en Argentina?
R: El peronismo tiene un manejo de la calle muy diferente al de un gobierno no peronista. La imagen de la tonelada de piedras lloviendo sobre el Congreso de la Nación mientras se debate la reforma, difícilmente se repita. De lo que tampoco estoy muy seguro, es de si el peronismo estará dispuesto a avanzar en las reformas que solicite el FMI, o preferirá demorarla lo más posible. Pero también suele decirse que el peronismo tiene mayor capacidad para iniciar este tipo de reformas debido al manejo que tiene del poder.

P: ¿Cómo ve al Presidente Alberto Fernández?
R: Es una figura volátil. Si uno se queda con lo que dice, tiene una percepción acerca de su gestión y su forma de administrar el poder. Si uno se queda con lo que hace, surge otra visión. Hay diferencias que hacen muy difícil catalogarlo. Corre con el estigma de haber sido designado Presidente por su candidata a Vice Presidenta, lo cuál afecta seriamente su autoridad. No quiere decir que no la tenga, pero sí que se la cuestiona constantemente. Eso seguirá pasando en tanto la figura de Cristina siga teniendo ese peso.

PERFIL: Gabriel Ziblat

Gabriel Ziblat es periodista (TEA) y politólogo (UBA). Es editor de política en Diario Perfil, donde en la actualidad . Desde 2017, es columnista político del canal de noticias A24. En radio, es el co-conductor de «De puntín, política sin sutilezas», que se emite todos los miércoles de 23 a 24 en FM Milenium 106.7. En 2015 publicó su primer libro: «Elige tu camino político, un laberinto electoral»