El sospechoso de femicidio usaba cinco nombres

Le dieron cuatro meses de prisión preventiva.

NEUQUEN

Cecilia Maletti

NEUQUÉN (AN).- “Estuvo un año de novio con mi hija y uno más conviviendo y para nosotros era Omar. Nos enteramos de que no se llamaba así cuando salió su captura”, contó Irma Tarduño, la mamá de Noemí Maliqueo (21), luego de que ayer le dictaran cuatro meses de prisión preventiva a Marcelo Roberto Valdez, acusado del asesinato de la joven. El hombre que fue capturado el viernes en Allen, donde vivía oculto en una casilla abandonada en la zona rural, fue imputado ayer del delito de homicidio calificado por el vínculo y agravado por el empleo de un arma de fuego. Es una figura que representa al femicidio y que es castigada con la pena única de prisión perpetua. Ante el pedido del fiscal Rómulo Patti y de los querellantes Juan Cruz Goñi y Gisella Moreira, el juez Martín Marcovesky dispuso que Valdez cumpla cuatro meses de prisión preventiva, plazo en el que se espera llegar a juicio. Pero en la audiencia se supo que Valdez fue hábil para ocultar su identidad, y con ella sus antecedentes. “El hombre ha sido conocido por otros cinco nombres falsos o seudónimos como Adrián Haure, Alberto Lasarte, Martín Lazarte, Maximiliano Ortíz y Omar Campos”, relató Patti. Un desconocido Precisamente Irma, la mamá de Noemí, explicó que “para nosotros era Omar y no sabíamos que había estado preso”. Fue recién luego de que Noemí falleciera el 22 de septiembre pasado que se enteraron que Valdez había sido condenado a 6 años de prisión por robo con armas y declarado reincidente, pero al poco tiempo se fugó del penal de General Roca y esa condena caducó. Ante la familia de Noemí, Valdez era recto, decía tener trabajo y solo la hermana menor de la joven sabía que era víctima de violencia de género. “Ni bien me avisaron que le habían pegado un tiro a Noemí, mi hija me dijo ‘fue Omar’, y ahí me contó”, señaló. El día del crimen Noemí tenía 21 años y recibió un disparo en la nuca el 20 de septiembre pasado estando dentro de su casa en el sector Los Hornitos. Fue una de las dos detonaciones que se efectuaron dentro de la casa, ya que la policía encontró dos vainas servidas. Si bien los vecinos oyeron los tiros y vieron salir a Valdez de inmediato, contaron que el acusado les dijo que fue un accidente y le pidió ayuda a una exmujer y enfermera para que lleve a Noemí al hospital. En el camino, Valdez le habría indicado que diga que la encontró en plena calle y sola, pero la mujer, que se cree que también fue víctima de violencia de género cuando salía con Valdez, se quebró y lo delató. La víctima del asesinato murió dos días después en el hospital Castro Rendón.


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