En Viedma hasta hubo piñas en la técnica final

Top race

Después de seis años volvió una categoría nacional al autódromo de Viedma y dejó tela para cortar. La magistral victoria de Facundo Ardusso en el Top Race V6 primero quedó en suspenso. Un rato después fue confirmada, aunque en medio de un escándalo donde se vieron involucrados Gabriel Furlán y Javier Ciabattari, responsables de dos de los equipos más poderosos. La novela, que tuvo un final insospechado, comenzó el pasado sábado con una fuerte discusión entre Furlán y Ciabattari en la reunión de equipo, debido a la diferente interpretación acerca de la utilización de GPS. Parece que la discusión no terminó en la reunión, porque después de la final Furlán presentó una denuncia formal contra los autos de Ardusso y José M. López, ambos del PSG16, por un soporte de radiador de aceite que no tenían como indica el reglamento técnico. Ante la posibilidad de generar una exclusión masiva, ya que la mayoría de los autos no tenían ese elemento bien ubicado, Furlán desistió de su reclamo permitiendo que la clasificación de la prueba fuera confirmada. “El tiempo será testigo si me equivoqué. Mi intención no era ganar la prueba ni el título con una denuncia. Ante la posibilidad de perjudicar a tantos autos, desistí del reclamo. Esto muestra que hubo una falla de los técnicos”, afirmó Furlán. Destacó que “vino Ciabattari, me agarró del cuello, caímos y me tiró dos patadas hasta que el comisario deportivo nos separó. Yo no tengo nada contra el PSG 16, sino con Ciabattari y Cachi Scarazzini, quienes utilizaron elementos como el GPS en sus autos y está claro que no puede”.

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