Lactancia materna: la clave del bienestar comienza con el acompañamiento
En la Semana Mundial de la Lactancia, especialistas insisten en la importancia del apoyo temprano para que amamantar no sea un desafío en soledad. En Argentina, solo 4 de cada 10 bebés mantienen lactancia exclusiva a los seis meses.
Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, una fecha que convoca a reflexionar sobre los obstáculos que enfrentan muchas familias al momento de iniciar la alimentación natural de sus bebés. Aunque amamantar puede parecer un acto instintivo, lo cierto es que se trata de un proceso que requiere información, contención y acompañamiento profesional.
Los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Lactancia (ENaLac 2022) revelan una realidad preocupante: en nuestro país, solo 4 de cada 10 bebés llegan a los seis meses con lactancia materna exclusiva, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. La cifra evidencia que aún hay mucho por hacer en materia de políticas públicas, acceso a información confiable y redes de apoyo que sostengan a las familias.
El inicio no siempre es fácil
El puerperio —ese tiempo inmediatamente posterior al parto— puede vivirse como un terreno incierto. Las dudas se multiplican: “¿Estará tomando suficiente?”, “¿Por qué duele tanto?”, “¿Está bien el agarre?”. A esto se suma el peso de los mandatos culturales y la presión por hacerlo “bien” desde el primer momento.
En este contexto, los primeros días y semanas resultan decisivos. Así lo señalan numerosas profesionales del área, que coinciden en que el acompañamiento temprano puede marcar una gran diferencia para lograr una lactancia placentera y sostenida en el tiempo.
El rol silencioso y esencial de las puericultoras
Frente a este panorama, el trabajo de las puericultoras cobra cada vez más visibilidad. Estas profesionales especializadas brindan asesoramiento sobre lactancia, acompañan a las familias desde el embarazo, y continúan su labor tras el nacimiento del bebé con orientación personalizada.
“La información clara y el sostén emocional durante las primeras semanas son determinantes para establecer una lactancia exitosa y, sobre todo, disfrutada”, señala Florencia Crave, puericultora universitaria de la Clínica Bazterrica. Según su experiencia, muchas mujeres llegan con expectativas poco realistas. “Derribar la idea de que debería ser fácil es un paso importante para vivir esta etapa con menos culpa y más confianza”, agrega.
Redes que acompañan y transforman
Aunque cada experiencia es única, los avances en términos de contención social han sido notables. Grupos de crianza, comunidades virtuales, la participación activa de las parejas y la apertura de espacios laborales con lactarios son algunos de los elementos que hoy facilitan este proceso.
La presencia de una puericultora suele ser el nexo entre la intuición materna y la evidencia científica. Ayuda a corregir posturas, mejorar el agarre, prevenir grietas, y brinda tranquilidad en momentos clave. Pero sobre todo, genera un espacio donde las preguntas tienen lugar y el juicio se deja de lado.
Lactar en libertad, con información y apoyo
La Semana de la Lactancia llega como una oportunidad para visibilizar esta necesidad de apoyo sostenido. Cuando amamantar se rodea de acompañamiento profesional, empatía y respeto por los tiempos de cada familia, deja de ser un desafío solitario para convertirse en una oportunidad de conexión profunda y bienestar compartido.
Porque lactar no debería doler, angustiar ni aislar. Y eso solo es posible cuando el sistema —salud, trabajo, familia— está dispuesto a sostener.
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