Faltan donantes de sangre en el Castro Rendón

El hospital regional necesita 350 dadores al mes. El déficit anual durante el 2004 fue de más de cuatro mil. Si

NEUQUEN (AN).- En el hospital Regional Doctor Eduardo Castro Rendón faltan mensualmente alrededor de 350 donantes de sangre, es decir, más de cuatro mil en el año. La dramática situación disparó el urgente llamado a la donación voluntaria por parte de su director, José Russo.

De hecho, durante 2004 el banco de sangre neuquino contó con seis mil dadores, pero se hubieran necesitado diez mil en ese año. Ese desfase se mantiene en lo que va de 2005 y, en ocasiones, pone en riesgo las intervenciones quirúrgicas de los pacientes.

El faltante de sangre que registra el Castro Rendón es motivo de preocupación de las autoridades de Salud. Se trata del hospital de mayor complejidad de la región, receptor de pacientes de toda la provincia, y que presenta una notable necesidad de dadores. Ese problema se repite en la mayoría de los centros de salud neuquinos.

«Habitualmente se atienden a 250 pacientes mensuales y se utilizan alrededor de 600 componentes de sangre procesados, muchos de esos componentes se procesan de una sola bolsa», indicó Russo en contacto con «Río Negro».

Y si bien el Castro Rendón apela a las relaciones con otros establecimientos para intercambiar el vital líquido, la diferencia entre oferentes y demandantes hace que el hospital «no dé abasto», según comentó Russo.

De allí, no se descarta el peligro de suspensión de algunas intervenciones quirúrgicas por carencia de sangre.

Para dirimir esta situación, el hospital solicita habitualmente a cada uno de sus pacientes internados que contribuyan con dos donantes. Eso le permite a la institución contar con un stock de urgencia, pero «a veces nos vemos en figurillas para resolver las cuestiones menos urgentes», añadió Russo.

Por todo, la subsecretaría de Salud de Neuquén lleva adelante un programa destinado a recolectar dadores voluntarios, denominado «Sangre segura». Este se desarrolla en la totalidad de las localidades provinciales.

El objetivo es incrementar la cantidad de donantes y superar un déficit preocupant que se vuelve «insuperable»: faltan 4.200 para cubrir la demanda de sangre en el banco neuquino.

Así, la búsqueda de dadores despertó en septiembre del año pasado una campaña novedosa. La subsecretaría instaló en pleno centro de la ciudad una globa y un tráiler equipados para realizar las extracciones.

Por allí desfilaron numerosos personas dispuestas a colaborar, en su mayoría gente joven que no superaba los 25 años. Un dato novedoso para los registros oficiales.

En esa oportunidad, los profesionales a cargo destacaron que el ideal sería contar con un porcentaje de donantes equivalente al 3% de la población, pero que en la actualidad este índice llega al 1,2%.

También se refirieron a los impedimentos para donar sangre. Para el caso de las personas con tatuajes o «piercings» deben esperar un año desde su colocación, en tanto aquellos que hayan tenido hepatitis A, lo pueden hacer una década después.

A su vez, los varones pueden donar hasta cuatro veces por año, mientras que la mujeres tienen como máximo tres ocasiones. En todos los casos las donaciones no superan los 400 centímetros cúbicos.


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