Gendarmería desalojó a cuatro familias de crianceros

Los pequeños productores de Primeros Pinos estaban en sus tierras de veranada. El Ejército los había denunciado, demolió dos viejas viviendas e instaló una guardia.

PRIMEROS PINOS (AZ).- Cuatro familias de pequeños crianceros de la zona centro de la provincia fueron desalojadas por efectivos de Gendarmería de las tierras que ocupan desde hace más de un siglo como refugio de veranada.

El desalojo se produjo el sábado alrededor de las 23 cuando las cuatro familias se disponían a instalarse en los campos de pastoreo en la zona de Primeros Pinos, donde ahora hay custodia militar permanente.

Las tierras fueron desalojadas y las añosas viviendas de las familias demolidas por personal del Ejército, según aseguró ayer Gendarmería.

«Nos dijeron que estábamos cometiendo un delito federal porque los animales estaban dentro de la reserva del Ejercito, y nos dieron dos horas para salir del lugar y sacar los animales», expresó Isolina Méndez, una de las víctimas de la medida.

Según trascendió autoridades del Ejercito se comunicaron con el Juzgado Federal de Zapala para denunciar el ingreso de personas y animales a los campos donde la institución realiza determinadas maniobras.

Inmediatamente el Juzgado ordenó la actuación del personal de Gendarmería Nacional, que llegó hasta la zona con el oficio judicial que intimaba a los vecinos a retirarse en un plazo de dos horas.

«Se conversó con ellos, les explicamos que íbamos por orden del juez, y que estaban cometiendo un delito, los intimamos a retirarse; no hubo que acceder a otras acciones porque en menos del tiempo establecido los ocupantes dejaron el lugar», aportó el Comandante Carlos Alberto Pera, a cargo de la sección Reforzada Zapala de Gendarmería.

«No quisimos firmarle nada, entonces nos dieron una hora para salir y dijeron que si nos negábamos a salir tendríamos de tres meses a seis años de prisión, por eso sacamos los animales», expreso Viviana Trasladín.

En tanto, dos viviendas de material, fueron completamente demolidas por personal del Ejercito. La demolición se produjo el 27 de diciembre cuando los productores con sus familias aún no habían llegado al lugar.

Los propietarios de las viviendas demolidas, Luis y Félix Aliaga, denunciaron a su vez, la desaparición de varios elementos que se encontraban dentro de las viviendas: cocinas, sillas y otros enseres.

Desde hace varios días una guardia del Ejercito se encuentra instalada con carpas y vehículos en uno de los accesos a los campos, impidiendo el ingreso de los crianceros.

«Nos dijeron que no podían entrar personas y animales porque habían colocado proyectiles por distintas partes del campo, por eso estamos afuera», comentaron los Luis y Félix Aliaga.

Es por esto que 35 personas se encuentran al costado de la ruta, a la intemperie, refugiándose en algunos vehículos revestidos con Nylon, para soportar las bajas temperaturas nocturnas.

La justicia Federal, por la ausencia del juez Rubén Caro dijeron ayer que desde ese ámbito no salió ninguna orden de desalojo. Así lo informaron ayer en la mesa de entradas del juzgado ante una consulta de este diario.

Ni el juez subrogante ni el secretario del juzgado dieron explicaciones a pesar de la larga espera en las oficinas judiciales. Los máximos referentes del Ejercito tampoco respondieron.


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