Gennuso quiere trasladar a las tasas el costo extra del municipio de Bariloche

Una contribución para financiar la jubilación de municipales, un cambio en la tasa de comercio y la creación de nuevos gravámenes forman parte del cambio tributario para 2021.

La bonificación especial que cobran los empleados municipales al jubilarse y que demanda entre 40 y 60 millones de pesos anuales se transformó en una carga difícil de sobrellevar para las arcas públicas y el gobierno quiere crear un fondo específico para ese fin que se sostendría con un adicional en las tasas de servicios, a razón de 95 pesos mensuales por contribuyente.

El intendente Gennuso ya había resuelto hace un par de meses poner fin a la liquidación automática y completa de esas sumas, que rondan en promedio unos 750 mil pesos por cada trabajador que accede a la jubilación, y decidió imponer el pago escalonado en planes de hasta 36 cuotas. Ahora decidió cargarlo directamente a los contribuyentes.

El cambio está contenido en el proyecto de reforma tributaria que envió al Concejo el mes pasado y será evaluado el lunes en audiencia pública. Además el proyecto incluye otras novedades como el reemplazo de la tasa de “inspección, seguridad e higiene” que pagan todas las habilitaciones comerciales por una “contribución” de carácter más amplio, que gravará la totalidad de las actividades económicas, incluidas las que desarrollan los profesionales, trabajadores autónomos y monotributistas.

Los cambios no terminan allí, porque el paquete fiscal de Gennuso eleva también la contribución por uso del espacio aéreo del 3% al 6% sobre “la base imponible”. Es un gravamen que paga sus cables en la vía pública y lo carga en la tarifa.

Otra de las modificaciones es un nuevo derecho de “preservación y gestión ambiental” que deberán abonar los emisores de residuos peligrosos derivados del petróleo, como estaciones de servicio, talleres y lubricentros.

El Frente de Todos ya adelantó que no coincide con aumentar la presión tributaria en el actual contexto y de “ampliar la base de contribuyentes sin discriminar a los que más tienen”.

La concejal Julieta Wallace, titular de ese bloque, explicó que tienen una diferencia “de fondo” y defendió el criterio que ya expusieron con su proyecto de implementar la contribución “para las necesidades más urgentes” que recaería sobre las empresas de facturación millonaria que desarrollan actividad local pero no tienen domicilio fiscal aquí.

En relación con la contribución ideada para reemplazar a la tasa de comercio, Wallace Wallace explicó que sería un golpe más para los castigados cuentapropistas “de sectores bajos y clase media”, que ya sufrieron grave perjuicio económico durante la pandemia. Según las escalas propuestas, los monotributistas de la categoría A (la más baja) deberían pagar una contribución de 281 pesos mensuales y los de la categoría K (el escalón máximo), 1.071 pesos.

Para los comercios habilitados se mantendrá una fórmula polinómica en la que inciden las ventas facturadas, pero también el tamaño y ubicación del local y la cantidad de empleados.

Un dato llamativo es que todas esas reformas fiscales impulsadas por Gennuso no figuran en el presupuesto 2021, que está en pleno debate.
Si bien el proyecto todavía no fue evaluado en comisión y hoy pasará por la audiencia pública, las primeras objeciones que circularon de modo informal ya habrían inclinado al Ejecutivo a introducir algunas modificaciones.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios