Historia de un hombre que fue, es y será heavy

Paul Flores es un símbolo del heavy metal regional. Festeja 4 años con "Banda Viajera".

ROCA.- Hace muchos años atrás había en Roca un tipo que tocaba heavy. Se vestía heavy. Y vivía una vida heavy Hoy, el tipo sigue estando. Se viste heavy, vive una vida heavy. Ahora toca rock'n roll. El más puro y clásico rock'n roll que se pueda escuchar en la zona. El tipo es Paul Flores, o la historia del metal roquense.

Desde hace 4 años toca en «Banda viajera», un cuarteto de guitarra, batería, bajo y armónica que interpreta covers de Creedence, Beatles, Santana, AC/DC, entre otros. Pero la historia se inició mucho antes.

– ¿Cuándo empieza todo?

– Para fines de los '70, dominaba la escena el grupo «Germinación», que lideraba Luís Cide, y no había mucho más. Mi primera banda fue «Goliat», de 1980. Era todo rock pesado tipo Riff, que recién salía en Buenos Aires. Fui de los primeros que intentó hacer música pesada en la zona, en una época donde no había confiterías ni pubs para tocar lo que hacíamos. Sólo estaba el anfiteatro del canalito. Nada más».

– ¿Qué pasaba con el heavy en esos años?

– En los primeros años éramos unos pocos con el heavy. Veinte o treinta, pero había una movida. Estaban los rockeros de Cipolletti, con los que estaba todo bien. Nos visitábamos y veíamos en qué andábamos cada uno. Eran unos 10 allá. Los íbamos a ver o ellos venían. Pero en Cipolletti se hacía otra cosa, no habían de bandas heavy como nosotros. Allá se experimentaba con lo psicodélico y lo progresivo. Se salían de lo tradicional Músicos no había casi. No había lugares para aprender, nosotros aprendíamos de oído. Hacíamos el clásico rock de la campera de cuero y los jeans ajustados

– ¿Cómo eran los públicos?

– Estaba repartida la cosa. Porque estaban los chicos que nos seguían a nosotros y eran bien pesados y los que seguían a las banditas que hacían música del tipo de Piero, Porchetto o Mateos. Lo que se llamaba rock nacional Siempre peleábamos con lo pibes que decían escuchar rock y nosotros les decíamos que rock era lo que nosotros hacíamos, ellos escuchaban baladitas. Cuando se hacían festivales en el anfiteatro aparecían mil banditas como esas, de guitarrita y flauta. En realidad, se armaba bardo porque la mayoría eran muy malas.

– ¿Dónde se tocaba a mediados de los 80?

– Estaba el anfiteatro y el club Del Progreso donde se hacían movidas culturales, había que ir a ver a los de cultura que organizaban todo. Ahí se juntaba de todo. Los públicos se bardeaban. Y los músicos arriba del escenario se la bancaban – ¿Cómo hacían para subsistir tocando tan poco?

– La mayoría subsistíamos tocando en bailes familiares, haciendo pasodobles. Nos empilchábamos para la ocasión y estaba todo bien. Después volvíamos al cuero. Lo que pasa es que con eso ganábamos los mangos que no teníamos con el heavy. También las giras por la provincia, las distintas fiestas en los pueblos, haciendo bailes. Así podíamos equiparnos. Yo nunca pude equiparme tocando rock

– ¿Hasta cuándo llegás con Goliat?

– Con Goliat llegamos hasta el 88. Después hice «Agresor», que duró poco. También armé «Ruta 66», que incluía teclados y era rock'n roll. Después vino «Eskirlas», que duró 4 años del 90 al 94. Al toque se formó «Puente Cítrico», donde empiezo a toca con Enrique Caneo. Con esa banda toqué por primera vez en un pub, después de tantos años de andar.

– Pasaron los 80, ¿qué hubo en los 90?

– Hubo una explosión de heavy en Roca para la época de «Eskirlas». Tocábamos con bandas de Buenos Aires como «Hermética». Esto fue para el 94, más o menos. Venían «Logos», «Letal», «Rata Blanca», «V8». Durante los primeros años de los 90, el heavy creció mucho. Fueron apareciendo chicos que querían tocar la guitarra y hacer rock. En un momento el público se mezcló bastante, venían chicos y chicas que después iban a los boliches. Después se fue cortando esa onda. Se fue metiendo más en un circuito más cerrado. Quizás volvió a ser más primitivo – ¿Cómo es tocar en un boliche como Morena?

– Los públicos se juntan. Vienen a vernos los metaleros de los barrios, que no van a ningún boliche y entran a Morena porque tocamos nosotros y están los pibes que se quedan al boliche, pero nos escuchan porque hacemos covers de los «Ratones Paranoicos» o «Intoxicados». Hoy veo a las nuevas generaciones que nos escuchan haciendo rock. Ellos no son pesados, pero les gusta el rock'n roll. Por eso nosotros tocamos covers de «AC/DC», «Chevy Rockets», «Robertone», «Creedence» o la «Mississipi». Ultimamente, después de cada show nuestro se va la mitad. Es que los pibes del metal del barrio se están arrimando más y eso es bueno.

El viernes la «Banda Viajera» cumple 4 años y lo festeja a lo grande. Lo hará presentando su primer disco, una grabación en vivo llamada «Subiendo el volumen». Desde hace un año, el grupo forma con Paul Flores (bajo y voz), Alejandro Sandoval (guitarra y voz), Ramiro Bertuzzi (batería) y Pablo Romero (armónica y coros). Será en Morena, avenida Roca entre Tucumán y 9 de Julio.

El festival comenzará a la medianoche, con estricta puntualidad, y están invitados la «Bagliani Rock Band», «Encrucijada Blues», «Expreso Nocturno», Enrique Caneo, «La Pentatónica», «Los Blusser» y el «Gordo» Fernando Rodríguez.

Los muchachos de Banda Viajera prometen que será una fiesta de rock'n roll y blues a pleno. Creen que será una buena oportunidad para que muchos chicos puedan escuchar a las grandes bandas de la zona y para conocer el perfil más pesado de Paul Flores y sus compañeros.

Juan Mocciaro


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