Kirchner, Lula y Chávez taparon la crisis con el mega gasoducto

SAN PABLO.- Los presidentes Néstor Kirchner, Lula Da Silva y Hugo Chávez ratificaron ayer la alianza regional entre Argentina, Brasil y Venezuela y acordaron incorporar al resto de los países sudamericanos al proyecto del Gasoducto del Sur. Nada dijeron de la profunda crisis que sufre el Mercosur, luego de que los países chicos -Uruguay, Paraguay y Bolivia- anunciaran la semana pasada que el bloque no les sirve porque sólo sacan provecho Brasil y Argentina.

El encuentro trilateral en San Pablo se prolongó unas cuatro horas con el trasfondo de la crisis que ha originado en la región las plantas de celulosa que se construyen en Uruguay. Precisamente, Tabaré Vázquez, presidente del país oriental, podría dar un golpe decisivo al Mercosur si el próximo martes sella con George Bush un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Es que si lo logra, Paraguay podría seguir los mismos pasos.

Con el conflicto argentino-uruguayo candente por los piquetes en Gualeguaychú, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, volvió a criticar desde México la situación del Mercosur.

Vázquez reclamó desde un inicio que se convoque al Consejo del Mercado Común para solucionar la controversia, agravada por los cortes de ruta hacia el vecino país. Chacho Alvarez, que debe tomar esa decisión como presidente pro témpore del bloque, hace la vista gorda. Al parecer no tomará ninguna decisión que pueda irritar a Kirchner, quien fue el que removió cielo y tierra para ubicarlo en ese cargo y lo sacó del ostracismo político.

Justamente el tema de las papeleras, que no pudo quedar aislado ayer del encuentro entre el presidente brasileño y el argentino. Chávez ratificó, al igual que Lula, la posición argentina de que la resolución de la polémica es estrictamente bilateral. O sea, entre la Argentina y Uruguay.

«El caso de las papeleras es un tema bilateral», sostuvo el presidente venezolano y amplió que esa situación involucra a «dos países y a dos presidentes hermanos». En cuanto al tema del gasoducto «acordamos abrir el proyecto a todos los países de América del Sur», dijo Chávez.

«El proyecto incluirá a otros países», especialmente a Bolivia que posee las segunda mayor reserva de gas natural en la región, detrás de Venezuela, confirmó el canciller brasileño Celso Amorim. Brasil propuso ser sede en setiembre una reunión de todos los países sudamericanos para discutir juntos proyecto y los exámenes técnicos, dijo Amorim. Según Chávez, Argentina, Brasil y Venezuela planean invitar a todos los presidentes sudamericanos para informarlos sobre la viabilidad del emprendimiento.

«Vamos a hacer una malla energética» que unirá las redes de distribución de gas de la zona andina con las de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), agregó el jefe de la diplomacia brasileña.

El ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, aseguró que los tres mandatarios «coincidieron en invitar a Bolivia en la construcción del gasoducto».

La extraña paradoja del anuncio de los tres presidentes, es que se trata de viabilizar un proyecto faraónico con el que se busca alimentar el «espíritu latinoamericano». Pero paralelamente, no se pone la misma energía para resolver el problema de las papeleras.

(R. Central y DyN)

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