La Cámara de Turismo pide nuevos beneficios fiscales al municipio de Bariloche
La tasa de Servicios recibió un aumento promedio del 40%, en concordancia con el ajuste de la valuación fiscal de las propiedades.
La tasa de Servicios recibió un aumento promedio del 40%. Foto: archivo
La Cámara de Turismo de Bariloche advirtió que la recuperación de la actividad que se registró a partir del 4 de diciembre está lejos de compensar todavía el quebranto de 2020 y reclamó que el municipio extienda los beneficios fiscales para sus representados.
A propuesta del Ejecutivo, y mediante una ordenanza aprobada por el Concejo, la tasa de Servicios recibió un aumento promedio del 40%, en concordancia con el ajuste de la valuación fiscal de las propiedades.
La Cámara señaló que la aplicación cruda de ese incremento “se hace realmente imposible de afrontar” para las empresas del sector turístico local, que “atraviesan una crítica situación económica”.
Mediante una nota que dirigió a todos los concejales, con la firma de su presidente Belén García Bertone, la entidad pidió “un beneficio o descuento Covid” para todas las pymes turísticas y también “un tope en los porcentajes de incremento” en la tasa de servicios para los mismos contribuyentes.
La Cámara de Turismo reclamó además “el diferimiento sin intereses de todas las tasas provinciales y municipales hasta septiembre de 2021”. Es decir, que los empresarios turísticos aspiran a comenzar a pagar sus obligaciones fiscales recién después de la temporada de invierno, cuando -según imaginan- se producirá una reactivación económica en el sector igual o superior a la del actual verano.
“Solicitamos a usted tenga a bien realizar todas las gestiones que se encuentren a su alcance para poder otorgar beneficios que nos ayuden a sostener las pequeñas y medianas empresas del sector turístico, y fundamentalmente los puestos de trabajo”, indicó la Cámara en la nota dirigida a la presidente del Concejo, Natalia Almonacid.
Al justificar la pretensión de nuevos beneficios, la Cámara de Turismo señaló que “si bien la actividad se encuentra habilitada desde diciembre, y que la ciudad cuenta con visitantes, la situación no es para todo el sector por igual”, ya que algunos prestadores trabajan a buen ritmo pero “otros se encuentran con sus economías completamente paralizadas”.
También destacó que en enero y la primera quincena de febrero el nivel de afluencia de turistas tuvo niveles aceptables, pero “no se puede pretender que luego de casi 10 meses sin actividad las empresas puedan afrontar sus compromisos como si estuviéramos trabajando con normalidad”.
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