“La contaminación en Río Negro y Neuquén: responsables los gobernadores”

Dos publicaciones del diario “Río Negro” del domingo 22 me incentivaron a escribir estas líneas. La primera es un aviso de media página, a todo color, donde el gobierno de Neuquén anuncia la ampliación de la planta de tratamiento de efluentes cloacales denominada “Tronador”. Se trata del llamado a licitación y lo anuncian diciendo en el título principal: “Nuestros ríos siguen siendo tan lindos como siempre”. Si bien la noticia es auspiciosa, aunque tardía, ese título parece un chascarrillo, ya que hoy arroja esa planta 70 millones de litros por día sin tratar (ver “Río Negro” del 31/5/2013) y téngase en cuenta que, entre el llamado a licitación y la ejecución de una obra, el tiempo que transcurre es “indeterminado” y lo maneja “a paciere” quien licita. La otra publicación a que hago referencia es del gobierno rionegrino, que propondrá un “proyecto de ley” para formar un equipo técnico para el “control ambiental de las petroleras”. Surgen, ante esta validísima noticia, las consideraciones siguientes: ¿y hasta ahora, no se realizaba el debido control de una actividad tan contaminante? Acá también “del dicho al hecho”; es un proyecto que, Legislatura mediante, puede demorar… ¿cuánto? Mientras ya hoy el famoso y destructivo fracking está haciendo estragos en Allen, con siete pozos (serán muchos más) en medio de las chacras frutícolas, a las que destruyen. Mi objetivo es señalar los “destiempos” que hay entre las acciones de gobierno y las necesidades en un tema tan sensible como es el de la contaminación medioambiental. Es como que “la corren de atrás”, siendo que es técnicamente posible, y con seguridad, proyectar a futuro el crecimiento poblacional y las necesidades de los sistemas sanitarios. General Roca, con el colapso diario de sus provisiones de agua y cloacas, es una demostración más. Yo creo que ocurre algo así como que a la ecología, modernamente una verdadera ideología, no se la tiene seriamente en cuenta. Véase que, en la multiplicidad de carreras que ofrece la Universidad Nacional de Río Negro, ésta hoy imprescindible disciplina no es tenida en cuenta. En la Universidad Nacional del Comahue tampoco. Vestirse de verde es moda: vende y es imprescindible para conquistar el consenso popular. Pero la única verdad es la realidad. Hay presupuesto para modernísimos palacios legislativos y de justicia, imponentes costaneras y balnearios (Neuquén) y no lo hay para plantas de tratamiento. ¿Qué es prioritario? Pareciera necesario recordar y/o reforzar conceptos. La ecología no es una moda o un snobismo. Es la revolución mas importante sobre la tierra desde la Revolución Francesa. Es una manera de amar a la tierra con todos su seres y especialmente a la especie humana. El artículo 41 de la Constitución nacional da fuerza constitucional al derecho a un medioambiente sano. Es un derecho básico de los pueblos y especialmente de los pobres, víctimas primarias de toda contaminación. Los pobres, quizás más que tanta “ayuda social”, debieran ser sujetos de derecho. Esto es lo que defiende la ecología, poniendo en boca del ilustre Leandro Buff (uno de los creadores de la Teoría de la Liberación) la siguiente frase: “¡Ecología, grito de tierra, grito de los pobres!”. Carlos H. López DNI 4.820.317 Roca

Carlos H. López DNI 4.820.317 Roca


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