La fiscalía apeló la sentencia del sexto juicio «La Escuelita» de Neuquén
Los fundamentos se conocieron el 10 de octubre. Las apelaciones serán resueltas por la Cámara Nacional de Apelaciones, en Comodoro Py.
La fiscalía federal apeló la sentencia del sexto juicio “La Escuelita”, en desacuerdo con las penas bajas y las absoluciones parciales que hubo de jerarcas militares y oficiales de inteligencia. Se trata del acuerdo federal en la jurisdicción con las penas más exiguas en los juzgamientos por torturas y secuestros ilegales durante la dictadura militar, dijo la fiscalía.
La fiscalía presentó su apelación el viernes y el lunes lo hizo el Ceprodh. La APDH no fue en casación por este tramo.
El fiscal Miguel Palazzani planteó que hubo una “errónea interpretación y aplicación” de las penas que se impusieron a los jerarcas militares Néstor Castelli, Oscar Reinhold, Jorge Molina Ezcurra, Jorge Di Pasquale, Sergio San Martín y Marcelo Zárraga.
Cuestionó severamente la valoración de la prueba del tribunal cuando resolvió absoluciones parciales de Castelli en el secuestro y tormentos de la periodista Maria Teresa Oliva, y del oficial de inteligencia Molina Ezcurra, en el secuestro del desaparecido de Bariloche, Juan Marcos Herman.
Planteó objeciones por la baja condena contra seis jefes militares de los ocho por los que se llevó a cabo este juicio, que se desarrolló en Neuquén entre junio y septiembre de este año.
“La sentencia valora y analiza en forma idéntica las circunstancias tanto fácticas como legales de los pronunciamientos anteriores”, reconoció Palazzani al tiempo que criticó que “las penas impuestas son las más bajas de todos los debates de la jurisdicción”.
Puntualizó que apeló a la Cámara Nacional de Casación penal porque las condenas fueron “insuficientes” con el agravante del alto rango jerárquico que tenían en ese momento los condenados.
Ejemplificó que en el caso de Zárraga, se lo condenó por 5 años de prisión por el secuestro de Herman, quien permanece desaparecido.
Otro de los cuestionamientos centrales de la fiscalía fue la pena en suspenso de 3 años para el suboficial de inteligencia del Ejército, Carlos Benavídez, formado en inteligencia como interrogador en 1974, partícipe del operativo Independencia en Tucumán en 1975 y uno de los especialistas que fue convocado por Inteligencia para concretar el secuestro del estudiante barilochense en julio de 1977.
“Benavídez no era uno más en el destacamento de inteligencia 182”, criticó el fiscal que además de exigir el doble de pena, requirió que sea cumplimiento efectivo.
También cuestionó que se absolviera a Molina Ezcurra de haber participado de ese secuestro por “su rol clave en el desarrollo del esquema represivo y su posición jerárquica….es inadmisible la supuesta falta de constancia con el secuestro de Juan Marcos Herman mientras paralelamente entiende acreditada la participación criminal de un subalterno que respondía a sus órdenes” como Benavídez, planteó.
“No existe argumento válido para desvincular a Molina Ezcurra en relación al caso de Juan Marcos Herman”.
Miguel Angel Palazzani, fiscal federal
La fiscalía cuestionó la valoración de la prueba del Tribunal. Destacó que los jueces absolvieron a Castelli de los tormentos y el secuestro de Oliva con el argumento de que ya no ejercía la conducción de la escuela militar de instrucción andina, con “omisión de prueba relevante” como el hecho de que era el segundo comandante en jefe de la Sexta Brigada el día de su secuestro de los periodistas en Neuquén, el 23 de julio de 1978.
Comentarios