La interminable espera a la intemperie para entrar al plan de vacunación en Roca
Hoy se repitieron los problemas para reempadronar a personas con factores de riesgo. Hubo vecinos que pasaron la noche en la vereda para garantizar su turno.
Foto: Juan Thomes
El operativo para reinscribir a los roquenses con factores de riesgo que buscan vacunarse contra el coronavirus tuvo hoy una segunda jornada caótica.
Las filas de vecinos esperando su turno superaron los 400 metros a primera hora de la mañana, extendiéndose desde el ingreso a la Colonia Penal hasta la calle Mendoza.
En consecuencia, el malestar volvió a transmitirse por diferentes medios y redes sociales, teniendo en cuenta también las bajas temperaturas de esta época del año.
Uno de los aspectos más resaltados entre las quejas fue que no se trata precisamente de un grupo que puede soportar ese nivel de demoras sin consecuencias, porque entre los convocados hay personas con discapacidades, con enfermedades crónicas e inmunodeprimidos, entre otras patologías.
La reinscripción de todos los roquenses de entre 18 y 59 años con factores de riesgo fue decidida luego de que el viernes pasado se realizara la primera jornada de vacunación a ese grupo y se detectaran serias anomalías.
“La necesidad de que las personas en esta franja etaria vuelvan a anotarse, surge a partir de que se detectara que muchos inscriptos en ese grupo, no presentaban ningún tipo de factor de riesgo”, se detalló en un comunicado oficial.
Pero además de eso, trabajadores de Salud admitieron que estaban apareciendo problemas con el sistema informático, donde no contaban con datos clave para convocar de una manera eficiente a las personas que debían ser inmunizadas.
Sin embargo, pocos esperaban encontrarse con un escenario tan complejo como el que se observó ayer y hoy.
Miriam, una vecina de la zona oeste, comentó que ayer llegó a la Colonia Penal a las 8, consiguió un número recién a la 13; volvió a las 15 -cuando se reanudó la atención- pero en ese momento le dijeron que se anotaban por orden de llegada y que el número entregado al mediodía no tenía vigencia. De manera que estuvo hasta las 19 para dejar sus datos y poder vacunarse cuando lleguen nuevas dosis a la ciudad.
Hoy la postal de la mañana fue similar, pero con casos más preocupantes: hubo quienes pasaron la noche en la vereda de calle Palacios para garantizarse uno de los 300 números entregados en primer turno.
A las 13, cuando terminó esa etapa de registro, muchas otras personas decidieron quedarse esperando la reapertura del Casino de Oficiales, prevista recién para las 15. Alrededor de las 14 la fila de personas esperando se extendía por unos 100 metros.
El operativo continuará la semana próxima, anotando a quienes tienen alguna de las 14 patologías consideradas de riesgo ante el covid-19. Todos deben concurrir con DNI y con certificado médico que acredite su enfermedad.
ANÁLISIS
Enamorados de la burocracia
Río Negro es un faro nacional para el desarrollo tecnológico y exporta el producto de ese talento y capacidad al mundo, pero esa enorme casa que es la provincia también tiene su patio trasero. Y ahí puede encontrarse al sistema de inscripción para la vacunación contra el covid-19.
Lo ocurrido en Roca con las personas con factores de riesgo no constituye la primera falla desde que se lanzó el operativo.
Pero además de esa repetición de problemas, la pregunta que surge es si no existía una opción más acorde a la era digital que vivimos para renovar los registros.
La imagen de las mesas repletas de papeles conteniendo los datos de los vecinos que esperan ser vacunados no sólo es anacrónica. También revela el nivel de pasión por la burocracia que anida en ciertos sectores del Estado.
Son los lugares donde se imponen las soluciones rápidas, que simplifican la vida de funcionarios y empleados, pero complican los días de miles de personas que dependen del sistema público.
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