La Tercera Vía pide amortiguar los efectos sociales de la globalización

Los 14 gobernantes de centroizquierda cerraron la cumbre.

Berlín (dpa) – Los líderes de 14 países gobernados por políticos progresistas y reformadores finalizaron ayer la reunión cumbre de Berlín aceptando el desafío de buscar mecanismos que lleven a potenciar las posibilidades de la globalización del planeta y al mismo tiempo controlar y reducir sus riesgos.

Los presidentes y jefes de gobierno, reunidos bajo el tema «Gobernar en el Siglo XXI», concluyeron que se impulsará una red internacional para buscar en forma conjunta las respuestas a los desafíos del mundo globalizado.

Los líderes de los países emergentes exigieron nuevos foros internacionales con una participación más activa en la toma de decisiones globales, ya sean financieras o políticas.

En una conferencia de prensa conjunta ofrecida por los 14 participantes al término de las deliberaciones de dos días, el anfitrión, el canciller alemán Gerhard Schroeder, resumió que los representantes de la llamada «Tercera Vía» abogan por una distribución económica más justa y un mayor equilibrio social en las sociedades nacionales y del mundo, así como una profundización de la democracia con una participación más activa de las sociedades civiles.

«Somos conscientes de las oportunidades que ofrece la globalización y no negamos la existencia de riesgos. No queremos que el mercado domine la política y estamos convencidos de que hace falta un nuevo equilibrio entre economía y política», expresó Schroeder.

El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, uno de los impulsores de este foro de gobernantes reformistas que se reunió en Berlín por tercera vez, recalcó la necesidad de un nuevo equilibrio: «no creemos en el «laissez faire» económico, pero tampoco confiamos en que los gobiernos, por sí solos, puedan resolver los problemas del futuro».

El primer ministro portugués, Antonio Guterres, acotó: «vivimos en una economía de mercado pero no queremos vivir en una sociedad de mercado».

Otro punto coincidente entre los «modernizadores», fue la acertada decisión de ampliar el foro con la incorporación, por primera vez, de países en desarrollo. En Berlín estuvieron presentes los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, de Argentina, Fernando de la Rúa, y de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, así como el sudafricano Thabo Mbeki y la primera ministra neocelandeza, Helen Clark.

Mbeki resumió la importancia de la ampliación del foro: «antes había conferencias en las que EE.UU. y Alemania debatían y nosotros nos limitabamos a escribir lo que decidían. A partir de ahora empezaremos a hablar de igual a igual».

Clinton, quien aseguró «haber aprendido muchísimo en estos dos días» de cumbre, anunció que las demandas de la reunión de Berlín serán presentadas en la próxima cita del grupo G-8 (los siete países más industrializados del mundo y Rusia) en Okinawa (Japón).

La necesidad de buscar nuevos foros de debate internacional es inevitable, habida cuenta que «muchas de las instituciones que se crearon después de la Segunda Guerra Mundial ya no cumplen el rol que deberían cumplir», declaró el socialista Lagos. Remarcó la importancia que tiene la decisión de «buscar un lugar, un foro donde los países en desarrollo tengan una voz para expresar sus puntos de vista frente a los desafíos del futuro. Eso es crucial para el mundo que vamos a construir».

Para nuestros países, manifestó Lagos, «es muy importante lo que ocurre en la economía mundial, porque lo que ocurre fuera de nuestras fronteras es tan o más importante de lo que hagamos en el interior de las mismas», subrayó, para agregar que «hemos aprendido que no basta con tener la casa en orden, tener una política fiscal seria y tener un balance de pagos adecuado, hoy se requiere mas que eso».

Entre los desafíos a enfrentar está el de «buscar un mayor compromiso en la defensa de los derechos humanos y una profundización de la democracia», como lo declaró el canciller Schroeder.

Fernando de la Rúa subrayó este aspecto, señalando, que «el encuentro tiene una gran importancia para la democracia no sólo en nuestro continente sino para todo el mundo en desarrollo. Convocada la reunión bajo el concepto de la modernizacion, el mensaje es: por la equidad internacional y un orden internacional equilibrado».

Según informó Schroeder, una comisión de expertos se reunirá en julio en Lisboa para establecer modalidad, fecha y lugar para el próximo encuentro de los líderes de la «Tercera Vía».

De la Rúa apoya un orden mundial más justo y equitativo

BERLIN, Alemania (DyN, enviado especial) – El presidente Fernando de la Rúa destacó ayer la importancia de la cumbre de jefes de Estado de centro izquierda que se realiza en Berlín, al afirmar que el mensaje del encuentro es por un «orden internacional más equilibrado y más justo» y subrayó que todos los participantes de este encuentro trabajan por el «fortalecimiento de la democracia».

El Presidente -quien regresará hoy al país, pidió la palabra durante la conferencia de prensa de cierre de la cumbre .

«Todos trabajamos parta fortalecer la democracia, pensando en su calidad para una mayor participación. Este encuentro tiene una gran importancia para América Latina y el mundo en desarrollo», dijo De la Rúa, en el contexto de la conferencia de prensa de cierre de la cumbre.

El primer mandatario sostuvo, en ese sentido, que «al convocar la reunión con la consigna de la «modernización», el mensaje es por la equidad internacional y un orden internacional más equilibrado y más justo para nuestra región como base para el fortalecimiento de la democracia».

De la Rúa confió que se iba conforme con el encuentro, entre otras cosas, por la «amplitud para recoger nuestros planteos», en lo relativo al reclamo de «mayor equilibrio» entre los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo.

Las propuestas

En el documento final de la reunión, preparado por una comisión de expertos y científicos, se establece que será fundamental «mantener la estabilidad económica, la transparencia de los mercados financieros y las reglas para una competencia justa, así como hacer llegar también a los más desfavorecidos el progreso tecnológico y las ventajas del nuevo mercado».

Además los 14 asumen la exigencia de los países en desarrollo de avanzar en el «mercado libre como instrumento importante para el desarrollo económico y como vía de acceso a los nuevos mercados». Además se propuso reforzar las instituciones que luchan contra el hambre, la pobreza y la marginación.

En cuanto al aspecto de la cooperación internacional, los mandatarios plantean otros dos pilares para desarrollar: el fomento del bienestar y el fortalecimiento de la sociedad civil.

Con respecto al incentivo del bienestar social, reclaman «mantener la estabilidad económica, la transparencia de los mercados financieros y las reglas de competencia justa; hacer llegar también a los más desfavorecidos el progreso tecnológico y las ventajas del nuevo mercado». También impulsan «fomentar la educación y aumentar la cualificación de trabajadores «.

Para fortalecer la sociedad civil, los gobernantes consideran necesario «un nuevo equilibrio entre derechos y responsabilidades como base para comunidades más fuertes». (Télam)


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