Las academias forman a los conductores ideales

Bariloche se debate frente a gravísimos accidentes y choferes imprudentes. En ese contexto, las academias que enseñan a manejar se destacan con abundante cantidad de alumnos y egresados muy respetuosos de las reglas de tránsito. Y para desmentir el mito machista, la mayor cantidad de aprendices son las mujeres. El curso cuesta unos 200 pesos y hay unos 60 vecinos que por mes obtienen el registro. La enseñanza nace en una pasión vocacional.

SAN CARLOS DE BARILOCHE- En momentos en que la seguridad en el tránsito es tema de debate cotidiano, las academias enseñan mucho más que a girar un volante e impulsar pedales: entregan a la ciudad a conductores civilizados y resuelven los conflictos que surgen en la familia entre el veterano que le enseña al aspirante.

Los instructores tienen algo de maestros y mucho de psicólogos. Consiguen una buena relación con sus alumnos y los ani-man a la vez que los previenen sobre los riesgos del tránsito.

Los alumnos de academias en su mayoría son mujeres, pero también se acercan muchos chicos, y varones mayores que al fin llegan a tener su primer auto.

En Bariloche hay dos academias que por algo más de 200 pesos presentan mensualmente a unos 30 aspirantes al carnet de conductor. También instruyen a personas de Villa La Angostura y El Bolsón porque allí no hay escuelas. Logran más del 90 por ciento de aprobados en el primer intento. «Algunos suelen desistir o fracasan cuando responden preguntas sobre señales, pero en conducción es rarísimo que reprueben» explicó una instructora.

Norma Díaz se inició en el negocio en 1982 con «Guiar» y ahora explota la academia «Stop» junto a Rubén Negri. Alejendra Torrontegui comenzó hace justo un año con «Pulsar» y adiestra en promedio a doce nuevos conductores por mes.

Actualmente entrenan a los aspirantes en la calle y en un playón de la Costanera, pero una ordenanza que entra en vigencia en octubre los obliga a habilitar dos unidades por cada tipo de curso, a tener un predio para la instrucción y a que los autos tengan doble comando de pedales y volante. Piensan resistir la medida porque «en la Argentina no se instala el doble volante» y porque «ni el municipio tiene un predio adecuado para tomar los exámenes». Además, consideran «una irresponsabilidad sacar a la calle a conductores que se instruyeron en un predio virtual y de golpe tienen que enfrentarse al tránsito, por más que tengan registro».

Las dos academias se jactan de no haber participado nunca en accidentes de tránsito mientras manejaban sus alumnos. Consideran importantes las teóricas y enseñan a controlar espejos e instrumentos del tablero, y medidas de seguridad personales y del auto. Instruyen sobre el respeto al peatón, la detención y arranque en pendientes, la conducción en condiciones climáticas desfavorables y las leyes físicas de los objetos en movimiento.

Pocos aspirantes necesitan las 15 clases que dicta «Pulsar» o las 12 de «Stop». «Casi todos están en condiciones de aprobar el examen con menos clases, pero también hay algunos que abandonan el curso porque se sienten incapaces de seguir adelante; tienen una negación que no pueden superar», coinciden.

Los instructores están entrenados para vencer las dificultades de sus alumnos y hacen las veces de psicólogos durante las clases. «Algunos fueron maltratados por el amigo o familiar que intentó enseñarle y llegan con temores que no les permiten avanzar. Nosotros les hacemos recuperar la confianza en sí mismos y al poco tiempo se sorprenden por sus progresos. En algunos casos, cuando aprenden le objetan la forma de conducir a quien antes trató de enseñarles, pero tratamos de que no entren en ese debate», comentaron.

En las academias se encuentran con aspirantes que necesitan el carnet para acceder a un empleo, conducir un remise o un vehículo de transporte escolar, pero el mayor porcentaje busca la independencia que le brinda saber conducir un auto. Son mujeres en su mayoría y chicos de 17 o 18 años, pero también llegan personas mayores que por necesidad o satisfacción se deciden a conseguir el registro y salir a las calles con sus vehículos. Para las mujeres con maridos poco pacientes, las academias son mejor alternativa que un seguro conflicto familiar.


Adherido a los criterios de
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Adherido a los criterios de <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Ver planes ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora