Lo dice el papa: “El sistema económico ya no se aguanta”

Francisco habló de “una cultura del descarte” y del “dinero” como centro de la vida. “En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre”, afirma.

EL MUNDO

El papa Francisco arremetió contra el sistema económico actual, del que aseguró que “ya no se aguanta”, en una entrevista publicada por el diario español “La Vanguardia”.

“Estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro”, dijo.

Francisco habló de “una cultura del descarte”.

“Ahora también está de moda descartar a los jóvenes con la desocupación. A mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en algunos países supera el 50 por ciento”, apuntó el papa argentino.

“Descartamos a toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta”, aseguró.

El papa apuntó a las grandes economías mundiales para asegurar que “sacrifican al hombre a los pies del ídolo dinero”.

“Este pensamiento único nos quita la riqueza de la diversidad de pensamiento y por lo tanto la riqueza de un diálogo entre personas. La globalización bien entendida es una riqueza. Una globalización mal entendida es aquella que anula las diferencias”, señaló.

“Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero”, por el que se llega a descartar a los jóvenes, con una desocupación creciente, y a los ancianos porque “ya no producen”, dijo.

Alertó de los peligros de “una globalización mal entendida que anula las diferencias”, frente a una globalización bien entendida que genera riqueza: “Todos unidos pero cada cuál conservando su particularidad, su riqueza, su identidad, y esto no se da”.

En este sentido, afirmó que “la pobreza y la humildad están en el centro del Evangelio, y lo digo en un sentido teológico, no sociológico” porque hay que “distinguir la pobreza del pauperismo”, mientras cree que “Jesús quiere que los obispos no seamos príncipes, sino servidores” y dejó en claro: “servir a la gente me sale de adentro”.

“No soy ningún iluminado”, dijo el obispo de Roma y afirmó que “no tengo ningún proyecto personal que me traje debajo del brazo, simplemente porque nunca pensé que me iban a dejar acá, en el Vaticano”.

El papa admitió, en la entrevista con el periódico español, que tiene “problemas con el protocolo” y que rompió diversas veces las normas de seguridad porque en un papamóvil cerrado “no puedo saludar a un pueblo y decirle lo que quiero dentro de una lata de sardinas, aunque sea de cristal. Para mí eso es un muro”.

“Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos realistas, a mi edad no tengo mucho que perder”, estimó Francisco.

Al ser consultado sobre cómo desea ser recordado, Francisco respondió que no lo pensó, si bien reflexionó que le gusta cuando se recuerda a alguien y dicen de él: “Era un buen tipo, hizo lo que pudo, no fue tan malo. Con eso me conformo”.

Agencias


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