Los emblemas que llegaron a la postal

El barco Modesta Victoria, el Centro Cívico, el hotel Llao Llao vieron el cielo cordillerano en una década de transformaciones y su proyección fue tal que lograron imponer su imagen al mundo.

Estilo canadiense, diseño holandés, piedra y madera de la zona. Así se conjugaron décadas atrás los tres emblemas del Bariloche de la postal: el Centro Cívico, el hotel Llao Llao y el barco Modesta Victoria; esas estructuras que hoy forman parte de las imágenes que recorren el mundo, llevadas por visitantes de todos los rincones y multiplicadas por las redes sociales.

El visionario fue Exequiel Bustillo, quien en la década de 1930 fue presidente de la Administración de Parques Nacionales e ideó un plan para convertir a Bariloche en el principal polo turístico del sur del país.

El hotel Llao Llao es el primero de estos emblemas que se pensó y se eligió la península del mismo nombre, en un morro entre dos lagos (Moreno y Nahuel Huapi) y con la montaña como telón de fondo, para albergar a un hotel con todos los lujos. Fue inaugurado el 9 de enero de 1938, con el diseño del arquitecto Alejandro Bustillo (hermano del presidente de Parques), de estilo canadiense con troncos de ciprés a la vista y techo de tejuelas de alerce. Pero este edificio coqueto un año más tarde sufrió un incendio que lo destruyó totalmente. La adversidad no derribó la idea de crear en este lugar el hotel más lujoso de la Patagonia (cuya calificación se mantiene hasta hoy) y se reconstruyó en tiempo récord para ser reinaugurado en diciembre de 1940.

Tuvo huéspedes ilustres entre sus huéspedes, mientras fue administrado por Parques Nacionales hasta 1978 cuando el gobierno de facto decidió cerrarlo. Esa clausura se prolongó durante 15 años hasta que pasó a manos privadas para su reapertura en la década del ‘90, luego de un enorme trabajo de reconstrucción y mantenimiento.

En paralelo a los orígenes del hotel, en un astillero de Amsterdam, Holanda, comenzó a ser construida la motonave Modesta Victoria, por encargo de Exequiel Bustillo, con un diseño especial para navegar un lago de aguas frías en la Patagonia. Su botadura fue una fiesta popular en noviembre de 1938.

Este barco elegante con tres cubiertas, pisos de teca y herrajes de bronce, con capacidad para 300 pasajeros, aún hoy sigue surcando las aguas del Nahuel Huapi con excursiones diarias a la Isla Victoria y el Bosque de los Arrayanes.

El tercer emblema y quizá la imagen más conocida de Bariloche, el Centro Cívico, fue inaugurado en un día de llovizna débil, el 17 de marzo de 1940. La iniciativa también fue de Bustillo y el que ejecutó la idea fue el joven arquitecto Ernesto de Estrada que pensó una plaza en el centro y edificios a su alrededor con una predominante torre donde se colocó un reloj suizo.

El monumento al expresidente Julio Argentino Roca que enciende debates en la actualidad, fue emplazado un año más tarde.

Desde entonces, el Centro Cívico ha sido a lo largo de los años -hasta hoy- epicentro de reclamos, manifestaciones, festejos, tomas simbólicas, batallas sociales perdidas y también ganadas.

Hitos históricos

que permanecen

Datos

1938 Inauguración del hotel Llao Llao, que al poco tiempo se incendió por completo.
1940 Reinauguración del hotel Llao Llao.
1938 Botadura de la motonave Modesta Victoria, con capacidad para 300 pasajeros.
1940 Inauguración del complejo edilicio del Centro Cívico.

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