Los padres de Nahuel quieren saber quién ordenó disparar

Cuarenta días después de que Rafael Nahuel cayera herido de muerte por un proyectil calibre 9 milímetros en un predio ocupado por la comunidad mapuche Lafken Winkul, los familiares del joven asesinado quieren saber quién fue el autor del disparo mortal y quién ordenó al grupo Albatros de Prefectura Naval disparar con balas de plomo.

“Queremos saber de dónde salió la orden de disparar con postas de plomo, porque del Juzgado Federal de Bariloche no salió”, afirmó ayer la abogada Natalia Araya, que representa, junto a su colega Julieta Wallace, a los padres de la víctima, Graciela Salvo y Alejandro Nahuel.

Fuentes con conocimiento del expediente aseguraron que en el acta suscrita por el juez federal Gustavo Villanueva, cuando dispuso el desalojo del predio, ubicado en Villa Mascardi, a unos 30 kilómetros de Bariloche, no había ninguna orden de abrir fuego con postas de plomo.

Por el contrario, las fuentes aseguraron que el magistrado había ordenado a los efectivos de las fuerzas de seguridad enviados a desalojar el 23 de noviembre pasado a los integrantes de la comunidad mapuche Lafken Winkul, que resguarden la integridad psicofísica de las personas que se resistan.

Sin embargo, Rafael fue alcanzado por una bala calibre 9 milímetros, como la que usan las armas de los Albatros, la tarde del 25 de noviembre último.

Araya recordó que los peritos que hicieron la inspección ocular el 7 de diciembre último hallaron 31 vainas de proyectiles 9 milímetros y entre 8 y 10 postas de goma. La abogada estuvo en el predio cuando se hizo esa diligencia y comentó que los peritos usaron un detector de metales para encontrar las vainas.

Dijo que quieren avanzar “sobre terreno seguro” con la investigación y aseguró que no promoverán ningún tipo de imputación hasta no tener toda la prueba recolectada.

“Creemos que hubo una persecución que concluyó con la muerte de Rafael y otros dos jóvenes heridos y sospechamos que los autores fueron del grupo Albatros”, sostuvo Araya. Aunque aclaró que la acción penal se impulsó contra todas las fuerzas de seguridad.

Si bien aún no hay imputados, “el círculo se está cerrando”, afirmó Araya. Dijo que están a la expectativa de las peritaciones balísticas que se harán en los próximos días para determinar de cuál arma de los ocho Albatros sospechados salió el disparo que mató a Rafael.

“Sospechamos que fue un arma del grupo Albatros y no hay nada que nos indique que la bala pudo haber venido de otro lado”, aseguró la abogada querellante. Reiteró que de las pericias se concluye que no hubo ningún enfrentamiento entre los Albatros y jóvenes mapuches, como planteó la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

Araya dijo que la fiscalía tampoco imputó a ninguno de los ocho Albatros. Pero se los notificó de todas las medidas que se hicieron. Dijo que una abogada de Prefectura Naval estuvo cuando se hizo la inspección ocular.

Destacó que el juez dispuso el secuestro de todas las armas de los efectivos 40 minutos después de que ocurriera la muerte de Rafael, aunque reveló que faltaban los cargadores de varias armas.

Araya expresó que como querellantes tienen expectativas de que las peritaciones balísticas que se harán en los próximos días determinen quién fue el autor del disparo letal. “Cada una de las armas está foliada, con los datos del Albatro que la usa, y cada arma tiene una serie de estrías que quedan marcadas en los proyectiles”, explicó.

Recordó que el 26 de diciembre último los peritos dispararon con las armas secuestradas y levantaron todas esas vainas testigos, que se cotejarán con el proyectil que se extrajo del cuerpo de Rafael.

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“Creemos que hubo una persecución que concluyó con la muerte de Rafael y sospechamos que los autores fueron del grupo Albatros”.

Natalia Araya es una de las abogadas que representan a la querella de la familia.

Todas las pruebas que sirven para las pericias ya fueron colectadas. Ahora resta saber de la pistola de qué efectivo salió la bala que mató al joven barilochense.