Los pequeños sonidos de la felicidad

El cantante llegará esta semana con su nuevo espectáculo "Acústico" a varias ciudades de la región.

Abel Federico Pintos, de Ingeniero White que supo vivir en Cutral Co, tiene por delante dos meses de locos. Octubre comenzó en Bolivia y lo traerá a la zona donde estará a partir del jueves 15 en el Círculo Italiano de Villa Regina, el viernes y sábado en Casino Magic Belterra Neuquén, el 18 Cotecal de Catriel, el 21 en el Teatro Municipal de Zapala, el 22 Gimnasio Municipal de Cutral Co, el 24 en el Centro Convenciones de Villa La Angostura y el 25 Bariloche.

Sobre «Acústico», su nuevo espectáculo, el artista contó que «musical y logísticamente venimos trabajando este proyecto desde hace muchos meses. Reversionamos y adaptamos muchas de las canciones del repertorio a formato acústico. Como participo mucho más como instrumentista, tuve que prepararme o dedicar tiempo extra a mi preparación en guitarra para acompañarme solo o aportar más con la banda y no solamente desde lo interpretativo o desde las letras».

-¿Y la armónica?

-También la toco en algunas canciones. Emotivamente es?

-Otra cosa.

-Sí. Viene siendo muy difícil para mí, sobre todo en estos últimos quince días, dominar la ansiedad porque es un espectáculo que nunca antes hice. Me genera todas las expectativas el llegar a ciudades en las que nunca toqué, el volver a otras que visité pero con un formato y una temática absolutamente diferentes. Más el tiro emocional que tiene recorrer casi toda Patagonia. Hacer tanta cantidad de recitales en tan pocos días (23 en 30) me desafía mental, física y vocalmente. Siempre trabajo mucho lo vocal, pero para esta oportunidad es especial y particular el cuidado. El orden de las canciones del repertorio no es azaroso, tiene una intención en el clima y está pensado para que me permita seguir calentando las cuerdas vocales a medida que el recital va siendo.

-También es una posibilidad de observarte, en muchos lugares, después de recorrer un enorme camino de crecimiento sostenido, en el que pasaste de interpretar casi mayoritariamente a ser autor y responsable ideológico de las canciones.

-Sí? El espectáculo al ser de formato acústico y al tocar en el estilo de salas en las que vamos a presentarlo, va a generar un clima de lo más intimista. Son los temas que interpreto que nunca grabé ni toqué en vivo pero son parte fundamental de mi esencia como músico y como persona a lo largo de mi historia, canciones que escucho desde hace mucho o bajo emociones específicas, con esas de otros autores que interpreto, este clima las hace aún más emotivas, resalta la emotividad del por qué cantarlas. En mis canciones provoco que las letras pasen a ser más protagonistas que en los recitales habituales. En estos tiene mucho que ver la adrenalina por tener mucha más instrumentación, la fuerza de por sí de la música, los instrumentos y los instrumentistas; se relaciona con el agite que yo suba al escenario y el que tenga la gente. Después los mezclamos y termina siendo una fiesta. En cambio ahora, como es todo más tranquilo, más íntimo, los poemas pasan a ser protagonistas y todo queda más en evidencia. Eso, junto a las anécdotas e historias que voy a ir contando, se torna muy emotivo y divertido, a la vez.

– Juega más la expresividad.

– Por supuesto, claro?

– Estás más en cuero, digamos.

– Te iba a decir lo siguiente justo con esa expresión. Quedo mucho más expuesto porque, es casi paradójico, así como toman mayor protagonismo las letras, también es gran protagonista el silencio. Y desde él adquieren más relevancia los gestos, los pequeños sonidos como el de la respiración al finalizar una frase? Es todo más detallista, se disfrutan otras cosas que en los conciertos eléctricos.

-Te vas encontrar con un territorio sensibilizado? Para todos los músicos del palo de Mercedes, expresivo, genuino, comprometido, debe ser un fuerte desafío volver a cantar, ocupar con música el silencio que ella dejó.

-Yo, particularmente sufro la partida de La Negra como he sufrido la partida de personas de mi misma sangre. El martes 6 grabé en el programa de Soledad («Ecos de mi tierra») y cuando me preguntó cómo estaba, le respondí que hay tristezas que pasan y tristezas con las que uno aprende a vivir.

Y sin dudas ésta es una con la que voy a aprender a convivir, como creo que aprenderemos todos cada vez que se la nombre o uno se encuentre en un clima que resulte familiar a los que se generaron en sus presentaciones o que ella misma generaba con su sola presencia.

Yo hago esta gira con toda la felicidad del mundo y por suerte tengo este enorme recorrido por delante, si no -calculo- se me hubieran hecho más difíciles los últimos días? Y espero lograr justamente uno de los regalos más grandes que nos dejó Mercedes, a mi parecer, el hecho de universalizar la música, de quitar los estándares y demostrar que la canción folclórica argentina es tan ecléctica, tan maravillosa y tan nutrida como la de cualquier parte del mundo.

-Por eso decía lo del mismo palo. Tu camino fue y va en ese sentido, dentro de esa amplitud de criterio? No haber dejado de crecer también debe ser parte de la felicidad.

-Me parece que es la felicidad de la vida? El crecimiento nos hace felices, sentirlo en nosotros mismos o verlo. Por eso desarrollarme dentro de la música es tan feliz para mí como cualquier eventualidad de la vida que me haga crecer espiritualmente.

 

EDUARDO ROUILLET


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