Los «secuestradores truchos» de mascotas

NEUQUEN (AN).- Hay otra variante del cuento del tío que se puso de moda y sigue dando resultados: el «secuestrador trucho». Se trata de sujetos que buscan en los diarios los avisos de personas a quienes se les extravió el perro, y prometen gratificar a quienes se los devuelvan. Y se comunican con ellos para decirles que tienen la mascota o el vehículo en su poder.

«Yo te robé el perro, lo tengo secuestrado. Nos encontramos en la calle Tal y Tal, traé la plata y te lo devuelvo», le dicen por teléfono al dueño de la mascota.

El interesado concurre a la cita con el dinero en su poder, y se encuentra con el «secuestrador trucho». La habilidad del estafador se despliega al máximo para conseguir que el damnificado pague el rescate sin ver a la mascota. Por ejemplo, suelen decir: «a tu perrito lo tengo en el auto, en la otra cuadra. Si algo sale mal, se lo lleva mi socio y no lo ves nunca más».

Arrinconada, la víctima paga el rescate. Con el dinero en el bolsillo, el delincuente promete: «ahora esperame acá que ya te traigo al perrito». Y nunca más vuelve a aparecer.

Esta modalidad, indicaron fuentes del departamento Delitos Económicos, también se aplica con motos y bicicletas. También están, claro, los secuestradores verdaderos, que realmente tienen el bien en cuestión en su poder y piden rescate para devolverlo.

Y hay una maniobra más: la de aquellos que se fingen interesados en una moto en venta. En general se trata de rodados usados de baja cilindrada.

El potencial cliente, en realidad un estafador, lo convence al vendedor para que se la deje probar «una vueltita». Y desaparece con la moto. Si dejó a otra persona junto al vendedor como «garantía», se trata de un cómplice que se hará por completo el desentendido.

Nota asociada: Alertan sobre un ingenioso «cuento del tío»  

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