«Mantra», el «irrealismo lógico» de Fresán

Un libro "por encargo" con el que el escritor se divirtió y que presentó en la Feria del Libro

Buenos Aires, (Télam-SNI).- De visita en Buenos Aires con motivo de la Feria del Libro, el escritor argentino Rodrigo Fresán -residente en Barcelona- presentó «Mantra», su última novela, donde se sumerge en un periplo alucinado y apocalíptico sobre la ciudad de México.

El libro es parte de una colección compuesta por siete autores de habla hispana que escriben sobre otras siete ciudades en los albores del fin de milenio, aunque con un criterio muy amplio en cuanto al género, pudiendo estos ser crónicas de viaje, diarios, ensayos o ficciones.

«Uno piensa a priori que un libro por encargo se supone muy condicionado, pero paradójicamente a mi me funcionó al revés: pude hacer lo que se me ocurrió sin ningún tipo de escrúpulo porque finalmente se trataba de un libro que nunca hubiera escrito si no me lo pedían», consideró Fresán.

«Es más -agregó-, quizá porque tuve la fortuna de transformarlo en algo que me implique acabó siendo uno de los libros donde más me divertí, mejor la pasé y menos ganas tenía de terminar: puede que ahí radique la astucia a la hora de aceptar un trabajo por encargo».

Publicado por Mondadori, el libro se centra en Martín Mantra, un polifacético realizador cinematográfico, mezcla rara de líder guerrillero, mesías flamígero y tótem religioso, quien observa su vida y su muerte por televisión desde un inframundo azteca.

Estructurada a partir de tres capítulos que aluden al epígrafe de «Telmex» (la guía telefónica de México DF): «Qué hacer antes, durante y después de un sismo», la novela se escribe también a partir de un trío de narradores: un nostálgico tumor cerebral inserto en el cerebro del protagonista, un muerto obsesionado por los luchadores de catch enmascarados y un supuesto androide en busca del padre perdido por un mundo en ruinas.

Pero Mantra, apellido del protagonista, puede entenderse a la vez como la vibración una palabra que oficia de pasaporte para entrar en una tierra en trance, una suerte de megalópolis del fin del mundo cribada por una desmesura caótica, catártica y alucinógena, casi como una alegoría del sismo.

«Desde el principio sentí que escribir un libro breve y lineal sobre México hubiera sido una «boutade» -incluso me da cierta gracia que la gran novela mexicana que es «Pedro Páramo» sea tan breve-; yo sentía que el libro tenía que corresponderse urbanísticamente con el plano del México DF, que parece un cuadro de Pollock», apuntó el autor.

Por las más de 500 páginas del libro, que bien podría leerse como una antropología imaginaria de la ciudad de México, desfila una fauna de mariachis, luchadores de catch, androides, «sea monkeys», freaks, personajes de cómics, ciencia ficción o de telenovela, y citas constantes a la cultura pop.

Además algunos turistas célebres como Burroughs, Huxley, Artaud, Eisenstein, Boris Karlof u Orson Welles que aluden «a todo un subgénero de las novelas mexicanas escritas por extranjeros, desde los beatniks a Malcolm Lowry», explicó Fresán.

«Creo de todos modos que esos libros -pienso en «Bajo el volcán» o «El poder y la gloria»- son historias muy poderosas desde el punto de vista de hombres en caída, en grandes crisis existenciales, y en cambio éste se aviene más a todo el análisis de la cultura popular y la mitología contemporánea».

En ese sentido aflora la historia (o antihistoria) de la familia Mantra, un linaje azteca demencial abducido por una telenovela, que le hace ciertos guiños irónicos a los fulgores del «realismo mágico», pero que Fresán define como «irrealismo lógico»: «un paisaje alucinado bombardeado por algunas esquirlas de orden».

Aunque Rodrigo Fresán aclaró: «No tengo nada contra el «realismo mágico», pero sí con mala literatura que se disfraza de tal para zafar; es más, creo si algún día llego a escribir «Crónica de una muerte anunciada» o algo que se le parezca, caigo de rodillas y agradezco a todos los santos».

La otra curiosidad formal de la novela es esa suerte de narración alfabética que se desarrolla a lo largo del segundo capítulo y que su autor justifica así: «Tiene dos motivos: en principio refuta la creencia popular de que en la antesala de la muerte pasan por el hombre las imágenes comprimidas y ordenadas de su vida; acá el muerto observa su vida en la pantalla de un televisor y ésta se la devuelve ordenada alfabéticamente».

«Y el otro -continuó- es que esa segunda parte resulta imposible de escribir y ordenar en una manera lineal, y esa forma me permitía entrar, salir y agregar cosas a medida de que se me iban ocurriendo».

Pero en ese arbitrario orden urdido por Fresán asoma también un curioso detalle; la omisión de la letra «R»: «Es que me la reservé porque en esa letra todavía sigo escribiendo cosas que han quedado fuera; una especie de «bonus track» para futuras ediciones», concluyó.


Buenos Aires, (Télam-SNI).- De visita en Buenos Aires con motivo de la Feria del Libro, el escritor argentino Rodrigo Fresán -residente en Barcelona- presentó "Mantra", su última novela, donde se sumerge en un periplo alucinado y apocalíptico sobre la ciudad de México.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Comentarios