Más de 9.000 neuquinos visitaron la excárcel U9

Con una historia de 115 años la exPrisión Regional del Sur U9 vive un momento de auge. La deshabitada cárcel Federal es un imán para cientos de curiosos neuquinos que llegan atraídos por las historias del lugar y los extensos pasillos que guardan parte de los códigos “tumberos”. Desde que se habilitaron las visitas guiadas unos 9.000 neuquinos concurrieron a visitarla.

¿Cómo vivían los internos, había conflictos, cómo se vestían, dónde estaban los de máxima seguridad? Son las primeras preguntas que hacen los visitantes cuando llegan al pabellón. En el imaginario aparecen automáticamente escenas de películas o series ambientadas en esos lugares. Inocentes y lejos de los casos denunciados que tuvo el lugar.

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Las paredes reflejan a través de grafitis, frases, pinturas de algún santo o incluso rostros de familiares las vivencias de cada una de las personas que pasaron por el lugar. “Desde que se abrieron las puertas a todo el público el significado del edificio cambió para los vecinos, de alguna manera todos formamos parte de la historia de la U9 y poder conocer cada rincón hizo que muchos se acercaran”, explicó Natalia Garay, subsecretaria de Juventud de la provincia.

Recorrido y respuestas
Florencia Puentes es una de las guías a cargo y reúne a quienes deseen echar un vistazo y escuchar los detalles del edificio. Entre sus charlas, que duran aproximadamente una hora, destaca el día a día de los internos.

“La gente es más del morbo, muchas veces piensan que estaban encerrados todo el día en las celdas y que no hacían nada, pero no es así, porque los internos se levantaban a las siete de la mañana iban a talleres, a la escuela, dependía de lo que le asignaban y de ahí cumplían su horario”, explica mientras recorre el Pabellón 2.

El trayecto comienza con los datos históricos de la cárcel, específicamente sobre sus inicios, luego se hace una recorrida por las oficinas administrativas, el patio y se extiende a los pabellones.

También hay lugar para los aspectos más complejos de la vida carcelaria como las armas de fabricación casero y otros elementos que suelen ser requisados por los guardiacárceles.

Pero como es de esperarse, todo lugar “prohibido” encierra mitos e interrogantes que exceden la realidad. “Hay historias de espíritus, reencarnaciones o visiones que también atraen a los visitantes. Una de estas historias es la de un joven con buzo rojo que suele treparse por las paredes. Y según algunos vecinos, la escena suele repetirse en ocasiones”, contó Puentes manteniendo la versión viva.

No solo las visitas atraen a las personas a recorrer el predio, sino que también se organizan actividades como ferias, clases de zumba e incluso se grabaron videos de artistas regionales y nacionales.