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CALF, la política y las instituciones

El mismo Poder Concedente del servicio eléctrico no sólo no ha controlado ni sancionado a CALF por la irregularidad de haberse autoarrogado la facultad de generar una cuantiosa deuda con la mayorista del Servicio Público, sino que le acepte un arreglo extracontractual.

Horacio Rachid*

El conflicto político institucional del momento en Neuquén es la discusión, en el Concejo Deliberante de la ciudad, si se autoriza a la distribuidora eléctrica de la ciudad la incorporación en las facturas de los consumidores de las cuotas mensuales que, durante años, deberán pagar por una deuda, autoinducida, con la mayorista Cammesa en el año 2018 (N. de la R.: se aprobó el jueves). “Nosotros nunca tuvimos deudas, somos muy cumplidores. Pero se llegó a un límite. Decidimos no pagar el aumento”, alertó Ciapponi sin facultades para ello, quien fue electo recientemente al frente de la Cooperativa y ahora se prepara para lanzar su candidatura a la Intendencia de Neuquén (Pagina 12 enero 2019). El 27 diciembre de 2018 el entonces Secretario de Energía de Nación definió un aumento de la energía mayorista del 38%, motivo del rechazo del presidente de CALF.

Resulta obsceno que Ciapponi, con el máximo cargo de la Cooperativa y, a la vez candidato a Intendente de la ciudad Capital de la Provincia, ante una aumento del principal insumo, decida por su cuenta no aplicarlo con la excusa de “defender los intereses de los neuquinos” (votos), en vez recomponer la tarifa y solicitar igual aumento al Poder concedente, el Concejo Deliberante. Pero más insólito es que, años después, el mismo Poder Concedente del servicio eléctrico, no sólo no ha controlado ni sancionado a CALF por la irregularidad de haberse autoarrogado la facultad de generar una cuantiosa deuda con la mayorista del Servicio Público, sino que le acepte un arreglo extracontractual para pagarla con intereses durante años, y le acepte la incorporación de las cuotas a la factura de los Consumidores (socios), en forma totalmente fuera de las normas institucionales, y del propio Contrato de concesión.

Ahora bien, como una figura dialéctica, las personas de la política (Ciapponi) que llegaron a dirigir empresas de servicios públicos concesionadas por el Estado (Municipio de Neuquén) hacen política populista con la Institución (CALF) que dirigen, en contra de las propias reglas de la empresa y del Concedente, éste no controla ni sanciona desvíos, y cuando la deuda se agranda y el Concesionario logra un acuerdo de repago (con ayuda política del Senador MC Pereyra), nuevamente se mete la política, esta vez institucional, con el Consejo Deliberante incluyendo la deuda, las cuotas, a cargo de los consumidores. “La política es la ciencia del poder y la capacidad de una persona o un grupo de personas de influir sobre la voluntad de los demás aun estando en contra de su propia voluntad”, Wikipedia.

Cabe agregar a toda esta situación se da con una institución como CALF, que tiene un Fondo anticíclico proveniente de las regalías de la central Hidroeléctrica Cerros Colorados, desde hace muchos años acumulando una suma desconocida con paradero también desconocido, según el prestigioso periodista Francisco Pancho Casado, desde donde se podría, debería, atender situaciones cómo estas irregularidades cometidas por sus autoridades.

*Diputado MC

Vicepresidente de Confluencia Republicana SC


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