Habrá elecciones, con votantes contrariados, candidatos y planes entreverados e internas para resolver. El oficialismo afrontará el desafío con conflictos gremiales activos. Río Negro votará en siete días, con un electorado aún alejado de un proceso intrincado por los cruces de partidos y candidatos. La displicencia llega a la dirigencia, convencida de que JSRN o Weretilneck tienen garantizado el mayor caudal electoral. Los porcentajes arrastrarán lecturas menores. Esto, tal vez, exp