Predominar y también seducir
El oficialismo y oposición dentro del MPN juegan estrategias aprendidas de la tolerancia de los hermanos que crearon el partido.
El objetivo que se plantean los partidos por fuera del MPN es destronarlo y sus dirigentes verbalizan que crearán una alternativa que seduzca a los electores. En ese relato enumeran las maldades que el partido predominante hace a la sociedad, lo hacen bajo “en una provincia tan rica no puede ser que…”.
La predominancia del MPN tiene una clave que los que están fuera no la han adquirido, porque no se compra ni se puede adquirir, se la tiene por experiencia. Se trata de la tolerancia para convivir con el internismo en forma casi permanente.
Una respuesta a esa característica inusual en agrupaciones políticas es que el partido, nacido de la proscripción del peronismo, fue administrado por dos hermanos que, durante varios clivajes históricos, pudieron sortear las diferencias, crear una sociedad, nada más y nada menos.
El sector oficialista del partido que gobierna la provincia, el Azul, se prepara para hacer una demostración de fuerza en un lugar icónico: El Chocón. Había previsto un encuentro en febrero pero se postergó porque llovió y, vaya paradoja, se cortaron las rutas de tierra y asfaltadas. Ahora se lo organiza para alguno de los dos últimos sábados de abril. El mes en el que es probable que se tenga la fecha de elecciones internas en el partido para elegir autoridades partidarias. Este comicio está limitado a los afiliados y por eso son al menos una decena de funcionarios que llevan adelante campañas de afiliación, en la ciudad de Neuquén y en, al menos cuatro del interior. La clave es que quien administre el partido tiene un pase libre para poder ingresar en el templo donde se resuelve el poder desde 2023.
El Partido Justicialista hace un precalentamiento para renovar sus autoridades partidarias también a fines de abril, el 24. Nadie ha dicho esta boca es mía y las apuestas, como en la ruleta, son a color, negro o rojo, en torno a si hay internas o se presenta una lista de unidad entre los sectores kirchneristas light, hard y el tercero en discordia. Una vez resuelta la instancia, se le prestará atención a la casa más grande, el Frente de Todos, en la que tienen inquilinos que ya están de polizones, como Unión de los Neuquinos que salió para las elecciones de la ciudad de Neuquén y se relacionó con el MPN.
El oficialismo y oposición dentro del MPN juegan estrategias aprendidas de la tolerancia de los hermanos que crearon el partido.
El otro inquilino es el partido de Ramón Rioseco que encaró el operativo “destronemos al MPN” con una propuesta de una megainterna y luego cada partido por los espacios de poder más chicos, como para que el cargo de concejal o diputado no tape el sol que es el poder en la provincia. Los peronistas no quieren que participe Juntos por el Cambio y éstos tienen miedo, fundado claro, de que el MPN juegue disfrazado de opositor.
En Juntos por el Cambio aún no sanan de las heridas que les produjo, primero la desaparición de un líder como Horacio Quiroga, después la desafección de los partidos que lo integran, poco acostumbrados al internismo duro que afecta como un virus cuando se distribuyen espacios de poder.
Además de planificar una demostración de poder y animar a la militancia, el oficialismo del MPN no descansa en debilitar a cualquier atisbo de oposición interna. El efecto Darío Lucca, el presidente de CALF que sólo por salir en una foto al lado de Rolando Figueroa, le valió un reconocimiento institucional, es una muestra de esa estrategia.
Este operativo, que en su momento se la denominó como la de la ambulancia que busca a los heridos de otras batallas, dentro del partido también se la practica afuera. Con buenos resultados.
El epítome es Mariano Gaido con las listas colectoras y la seducción de funcionarios quiroguistas. El Frente de Todos ya puso la lupa porque observó que de su casa se fueron a jugar a otro lugar los socios que en su momento le dieron territorialidad en la clase media.
El partido de mayor presencia territorial en Juntos por el Cambio, la Unión Cívica Radical, tuvo y tendrá “visitas” o “llamadas” donde se equilibren los egos y las necesidades políticas. Seducir para predominar.
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